![]() |
|||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
A estas alturas es inaudito que muchos gerentes de Gestión Humana no tengan una visión clara de la empresa, como conjunto de personas que aportan su Capital o su Talento para conseguir sus objetivos, a través de los recursos disponibles, y que no entiendan que las relaciones en la empresa no son familiares ni sentimentaloides, sino racionales, contractuales y legales. A nadie, lo hemos dicho muchas veces, se le exige en su contrato de trabajo que ame la empresa, en cambio, sí se le debe exigir que ponga toda la capacidad de su talento al servicio del conjunto, toda su lealtad, todo su compromiso y toda su responsabilidad. No se puede mirar al aportante de Talento Humano de hoy como si fuera un niño, un irresponsable, un incapaz de compromiso y de respuesta, dependiente del amor parental de su jefe que le exige reciprocidad: Pertenencia. Y menos que se considere al trabajador como perteneciente a la empresa: Propiedad de la empresa. Claro que todavía hay trabajadores que no han entendido su papel en ella y se siguen evaluando y considerando como recursos, como elementos de uso en el inventario empresarial. El rol de Gestión Humana tiene que llegar a hacer que el aportante de Capital entienda que hoy la inversión, y la gran inversión por cierto, tiene que hacerse en el fomento del saber científico, del saber técnico y del saber prudencial (ese saber que, para Aristóteles, es capaz de transformar al que lo conoce), y que ha de cumplir, con oportunidad y justicia, lo económico en función de la producción pactada. El orientador de la Gestión Humana en la empresa no tiene por qué tener miedo de que el aportante de Talento Humano se sienta y se posicione como lo que es: Un hombre o una mujer, que, en igualdad de condiciones al aportante del capital, tiene unas atributos científicos, técnicos y humanos que le llevan a asumir, a empoderarse de su puesto de trabajo con toda su capacidad emprendedora, porque se reconoce y es reconocido como digno. En esto se basa la administración centrada en valores, a la que aún muchos Gerentes de Talento Humano, le tienen pánico, porque mientras más formación integral alcance éste, más racional se vuelve y mayor exigencia hace de respeto a su dignidad de aportante igualitario en el conjunto empresarial. Solamente los capataces pueden tener miedo a la argumentación racional de hombres y mujeres, dignos, leales y comprometidos con su trabajo.
Ø
|
![]()
|
|
|
|
Porque, si es fundamental desarrollar la “capacidad de padecer o de soportar algo sin alterarse”, revestirse de ella “para hacer cosas pesadas y minuciosas”, y entender que es necesario “saber esperar cuando algo se desea mucho”, también es imprescindible que no se entienda, jamás, esa paciencia como “tolerancia o consentimiento en la mengua del honor”. (DRAE) Tampoco puede entenderse la paciencia como un colchón con el que se trata de amortiguarlo todo, de soportarlo todo, de tragarse la expresión de los sentimientos propios, de llevar sobre los hombros todo el peso de la viveza, la maledicencia y la maleficencia de otros muchos. Está bien que la ética religiosa proponga como digno de imitación al santo Job. Es un buen paradigma para la maximización de la virtud. Pero para la ética civil, fundamentada en los principios universales mínimos para la convivencia, la paciencia tiene claro sus límites en la libertad propia y ajena, en la exigencia del derecho a ser reconocido como ser humano sujeto de fortalezas y debilidades, en el propio desarrollo de la personalidad, de la autoestima, de la autorrealización. No está en el medio la virtud cuando se entiende como mediocridad, como incapacidad de expresar los sentimientos naturales que deben dejarse brotar con respeto, con dignidad, con firmeza; ni en los extremos de la absoluta impaciencia, ni la absoluta paciencia. La virtud está en la respuesta precisa, en la forma y método de la paciencia según el momento oportuno, en el aquí y en el ahora. Porque no es paciente, sino estulto, esperar indefinidamente el cambio de comportamiento inadecuado de un colaborador. No es paciente, si no estulto, el dejar que todo mundo pase por encima de uno, sin respeto alguno, porque tiene más poder, más agallas, más afán, más ínfulas. No es paciente, si no estulto, el que todo mundo se le cuele en la fila porque lo perciben “manso”. La paciencia, en conclusión, no puede ser irracional, ni puede amordazar los sentimientos y razones que han de expresarse en función de la dignidad, del mutuo respeto y comprensión, con la serenidad de aquel que sabe cuáles son los límites normales de la espera, cuáles los del soportar a los demás, y cuáles los de toda relación humana para que ésta sea saludable y no enfermiza.
Ø
|
![]()
|
|
|
|
El administrador que todavía usa expresiones como: “Ese trabajo suyo es muy malo”. “Usted está pensando con los pies”. “Usted definitivamente no sabe hacer nada bien”. “Vaya que le enseñe otro que usted, aquí, no vino a aprender”. “Claro, tenía que ser usted”. “¿Eso es lo que le enseñaron en la universidad?”. “Usted es un mediocre”, etc., ese administrador, también está llamado a recoger. Con la excusa de la llamada crítica constructiva, hay administradores expertos en dar garrote, varilla, como método de orientar el Talento Humano para alcanzar los objetivos del conjunto. Olvidan que eso de recurso humano se acabó. El administrador de hoy, centrado en valores, sabe perfectamente que el Talento Humano tiene fortalezas y tiene limitaciones. Que es imprescindible estar desarrollando cada vez más sus fortalezas como competencias del ser, el saber, el hacer y el servir, y que las limitaciones propias del natural humano tienen que ayudarse a superar al máximo, sin desconocer que jamás su Talento Humano, por muy competente que sea, dejará de tener limitaciones. Entonces, el enfoque de este administrador estará no en la crítica como censura o vituperio de las acciones o conductas de su aportante de Talento, sino en el examen, el análisis, la observación sobre sus acciones y conductas para ayudarle a superar aquellas que no facilitan el cumplimiento de sus objetivos. El administrador centrado en valores, usará, entonces, frases salidas de la mente y el corazón como: “Este trabajo que me presentas tiene tales y tales dificultades, por favor, corrígelas y procura que no se repitan”. “Señorita: Observé estos cinco errores de ortografía en el proyecto que me preparó para la junta de ahora, por favor corríjalos rápidamente”. “En este procedimiento te saltaste estos dos pasos, cuando vayas a hacerlo de nuevo piénsalo dos veces antes de empezarlo, para que te salga perfecto”. “Tu trabajo ha salido defectuoso en varias ocasiones por esto y esto, ya hemos hablado de ello, recuerda que esta es la única oportunidad para mejorarlo”. “Ven, repasemos lo que sobre este punto te enseñaron en la universidad, para que lo corrijas”. “Los indicadores de tu gestión están mostrando resultados del 60%, cuando deberías estar obteniendo por lo menos el 90% y te veo conforme con ello. ¿Qué vas a hacer para mejorarlos? El administrador ha de centrar su acción en optimizar las competencias de la persona, ayudándole a eliminar sus errores, no en enrostrarle sus limitaciones o defectos.
Ø
|
![]()
|
|
|
|
Necesitamos administradores, jefes-líderes, cuyos valores sean auténticos, firmes, sin dobleces.Nos estamos cansando de las mentiras y engaños con que muchos vienen orientando el Talento Humano, en los sectores público y privado. Estamos cansados de esos que sólo ven al aportante del Talento Humano con la visión del amo. De esos que se asoman a las páginas de los periódicos, a las vallas o a las entrevistas de televisión con una sonrisa, pero que ponen cara dura cuando de orientar a su gente se trata, porque creen que en ello reside la autoridad y el poder. Que andan por la empresa o por el país haciendo promesas que saben que no van a cumplir e ilusionando a su gente con sus cantos de sirenas. No queremos príncipes a los que haya que reverenciar, queremos jefes-líderes, hombres y mujeres, con gran espíritu de servicio, que tanto en la empresa privada como en los organismos del Estado, sean capaces de orientarnos a la conquista de los objetivos y de los derechos fundamentales que tenemos para alcanzar una vida digna. Que amen el poder, para servir. Que hagan que la gente, bajo sus banderas y proyectos, alcancen mayor bienestar, a la par que ellos se engrandecen. Que nos hagan sentir que trabajar no es un castigo sino una bendición. Queremos tener administradores, públicos y privados, capaces de hacerse reconocer por su sabiduría, por su dignidad, por su decoro, por su honor, por su lealtad, por su compromiso para con quienes, también con lealtad y compromiso, luchamos por los objetivos de la organización y de la patria. No queremos más príncipes, queremos más jefes-líderes.
Ø
|
![]()
|
|
|
|
Necesitamos un sindicalismo, como el que, afortunadamente, varios practican, que entienda la empresa como un conjunto; que entienda que de los bienes de capital se usufructúan todos los aportantes; que el trabajo es parte del proceso de desarrollo vital de las personas; que el aporte generoso de su talento es condición propia del talento Humano; que la rabia y el rencor de clase es funesto para los objetivos mutuos; que el honor de la dirigencia sindical impide el soborno, pedido u ofrecido, la dádiva camuflada para el líder, lo que se convertiría en engaño y traición para sus ideales elevados de credibilidad, confianza y fe, que son su guía para el reconocimiento, el afecto y los resultados. No queremos que se hable más de "pliego de peticiones", sino de contratación y de convenios, entre partes que se reconocen por lo valioso de su aporte a la empresa. No queremos más pliegos de peticiones sino proyectos conjuntos, hombro a hombro, de beneficio para los tres grandes socios empresariales: El capital, el Talento Humano y el estado comunitario. Queremos un sindicalismo, que también en momentos de dificultad sea capaz, con su contribución, de sacar adelante el proyecto empresarial, como varios lo han hecho. Un sindicalismo sabio, con dignidad, decoro y honor, no un enterrador de empresas.
Ø
|
![]()
|
|
|
|
Y tienen razón porque, la mayoría de las veces, desde aquí, decimos cosas que ni los administradores ni los trabajadores ni sus asociaciones quieren escuchar. De pronto, piensan ellos que es mejor no leerlas para que sus conciencias no se sientan impulsadas a hacerles pensar, a cuestionarse, a proponerse cambios radicales en sus sistemas de administrar, de trabajar o de orientar sus organizaciones. Pero así como ellos, también, hay otros muchos que nos escriben solicitándonos el envío del Correo de la Etica, no sólo para ellos sino para compañeros, amigos, jefes que consideran interesados en él. Unos y otros, han alentado nuestra tarea y compromiso desde 1997. Pero en los primeros se observa una actitud de avestruz, ese animalito que cree que basta con esconder su cabeza en un hueco en la tierra para deshacerse de sus problemas. El administrador tiene que entender que hay una clara y definida evolución en los conceptos y en las actitudes de orientar al Talento Humano. En esto hemos sido muy categóricos. Administrar con la mirada puesta solamente en el valor económico, no solo es arcaico, sino indigno e indignante. El Talento Humano tiene que saber que si trabaja únicamente por la paga, su actitud corresponde a la de un esclavo y no a la que en el siglo XXI se espera de él: Un aportante con conciencia de la importancia del trabajo como realización personal y de nación. Y el sindicalismo tiene, definitivamente, que considerar que para salir del actual estado que le está llevando a que menos trabajadores quieran estar en sus filas, tiene que dignificarse, modernizarse. Administradores, trabajadores, líderes sindicales, acepten el reto de escuchar los cuestionamientos que la Administración Centrada en Valores les hace, porque el hombre y la mujer de hoy responden efectiva y eficazmente, a corto y largo plazo, más a los retos de la razón que a las amenazas o al látigo verbal o sicológico; porque la competitividad humana va dejando atrás a los que sólo trabajan por la paga; porque sólo sobrevivirá el sindicalismo sabio, noble, digno y transparente. ¿De qué les sirve, entonces, hacer como los avestruces?
Ø
|
![]()
|
|
|
|
Hoy es muy difícil ver políticos, gobernantes, jueces, servidores públicos, administradores, que no hayan pasado por las aulas. Inclusive, muchos de ellos ostentan importantes títulos de doctorado.Sin embargo, en más de lo esperado, su lenguaje, sus actitudes, sus comportamientos, desdicen de esa formación recibida, y los encuentra uno cohonestando el crimen organizado, auxiliando el terrorismo, robándose el erario público, requisando los bancos donde trabajan, esquilmando sus empresas, posando de honrados, públicamente, mientras, telefónicamente, convienen los porcentajes que se les debe pagar por contratos públicos. Entonces, uno se pregunta ¿qué huella dejó en ellos tanta ciencia? Tanta ciencia y tanta técnica aprendida, tantos avances asimilados, tanta competitividad alcanzada en el ciberespacio, que deberían servir para el mejor obrar, están creando monstruos humanos sin conciencia, sin actitudes para la convivencia, sin ánimo de búsqueda del bien de la humanidad, sin misericordia por quienes soportan la miseria. De esos laboratorios educativos que son las escuelas, colegios y universidades, deberían estar saliendo cohortes inmensas de hombres probos, rectos, con gran conciencia social y humana, buscadores de su propio bien como respuesta de su actitud a la búsqueda del bien común. Pero, no. Como en las películas de Frankestein, esos laboratorios, por alguna rara bacteria inoculada o adquirida, vienen observando que muchos de los que pasan por ellos salen enormemente deformados en su alma y que su mente lúcida, espléndidamente lúcida, sólo encuentra caminos para el mal. ¿Dónde, en qué parte de ese laboratorio, se quedó enredada la esencia humana? ¿Dónde, en que parte del proceso educativo, el producto perdió ese ideal de vida, de solidaridad, de justicia, de respeto por la verdad, por la honra, por los bienes de los demás? ¿Dónde, los científicos de la educación, dejaron que la ciencia no se nutriera más de la esencia del ser y del sentir humano, porque consideraron que lo importante era, únicamente, la razón, y que era mejor, para el sabio monstruo que formaron, que no tuviera corazón? Hay que volver a la esencia humana en la educación, con fuerza, con aspiración e inspiración, con conciencia de que esta humanidad sólo será grandiosa en la medida en que logre equilibrar el saber científico y el saber tecnológico, regidos, los dos, por el saber prudencial del valor ético y humano. Se necesita tanta más esencia cuanta más ciencia.
Ø
|
![]()
|
|
|
|
Hay que decir, no obstante, que muchas hacen esfuerzos, que tratan de hacer algo por el cumplimiento del deber constitucional de preservar la vida, honra y bienes de los ciudadanos. Pero esos resultados serán insuficientes mientras haya, aunque sea, un solo muerto, un solo secuestrado, un solo atracado. Uno solo. No un 10, ni un 5, ni un 1 por ciento. Uno solo. Es exigente esta esperanza en medio de los turbiones deshumanizados de la humanidad. Pero hay que exigirla como objetivo programático de quienes pretendan alcanzar estas investiduras. Mas, para lograrlo, es preciso vencer una serie de incoherencias que la autoridad democrática viene presentado: Sindicados que salen de las cárceles y al otro día se ordena su recaptura porque no debía habérseles liberado. Hay que verlos cómo se ríen de sus víctimas, a quienes les bulle su sangre en anhelos de justicia o venganza. Amnistía para los evasores de las multas de tránsito. Por Dios, si la mayoría de esta generación no cumple la normatividad de la movilidad sino a base de fuertes sanciones pecuniarias. Se alienta, así, a los asesinos del volante, mientras que a los que sí responden por sus faltas se les exprime con todo el rigor legal. Empleo para jóvenes delincuentes sin haber pasado por el tamizaje de la justicia, en tanto que jóvenes que van por el camino recto de la ley no encuentran fácilmente en qué ocuparse. Y se da el mensaje claro de que andar por este camino no paga. Blandas medidas de control con hinchas de equipos de fútbol cuyas intenciones asesinas, por una camiseta, son ya absolutamente previsibles. Tiemblan las manos de las autoridades, porque allí se mueven muchos intereses económicos de inversionistas y apostadores. Mal ejemplo de hombres y mujeres que juran servir a la patria, pero en cuyos corazones y acciones, solo tienen y muestran amor por el alto salario que su curul les paga. Están ahí al servicio de sus ambiciones, al servicio de la tajada presupuestal o de oscuros intereses, pero poco, muy poco, al servicio de las honestas aspiraciones de sus sufragantes. Y como que ya no hay nada que hacer porque el lenguaje de la democracia pareciera ser tolerar, soportar y soportar, no importa que el asesino, el secuestrador, el atracador, el corrupto siga ganando la partida. Porque, en materia de autoridad pública, definitivamente, se observa poca coherencia.
Ø
------ Estamos adecuando nuestra página en Google sites Pulse aquí: ETICA CIVIL EMPRESARIAL
|
![]()
|
|
|
|
Olvidan que la relación comprador-proveedor tiene que basarse en la buena fe, en la confianza, en la transparencia. Pero en lo que más tiene que fundamentarse esa relación, es en la concepción, en la aceptación y en el reconocimiento de que también los proveedores son empresarios. Y esto se olvida. Y ese olvido conlleva a creer que todo proveedor suele ser mañoso, que las ganancias de sus negocios tienen que ser las que las empresas compradoras definan, y hasta les importa un comino, si se quiebra o no. Es decir, lo exprimen hasta el extremo con tal de lograr, ellas, máximos beneficios. Una actitud empresarial así, no sólo es absolutamente reprochable, por indigna, por estulta, sino que termina por volverse en su contra. Los grandes beneficios de un proveedor honesto, experimentado, con profesionalismo, creativo, con racionalidad en sus costos y en la transferencia de ellos a la empresa proveída, es una alianza de enormes utilidades para ésta. Son fáciles de observar esos beneficios en hechos como: La reducción de los días y costos ocultos de inventarios porque estarán básicamente a cargo del proveedor; la garantía de la mejor calidad esperada en productos o servicios, por el conocimiento, la experiencia y el profesionalismo del proveedor como Talento Humano especializado; la permanente actualización técnica, científica que la competitividad, a éste, le demanda; la respuesta ágil ante los picos de producción y ante las necesidades constantes o extraordinarias resultantes en las empresas; la seguridad que ofrece, por el conocimiento que el proveedor desarrolla de la empresa cliente, sobre la cadena de calidad, en su máximo nivel de exigencia, la que, también, estará asegurada en las materias primas, en los repuestos, en los insumos que un abastecedor, con este perfil, ofrece. De todo esto se desprende que todo empresario tiene que ser consciente de que el proveedor es imprescindible para su negocio, de que el proveedor no puede ser maltratado ni puesto en riesgo de pérdida, de que la buena relación de confianza con el proveedor es garantía de incalculables beneficios mutuos. Y por ello, el valor de la lealtad del empresario con el proveedor será la manera de generar lealtad del proveedor con el empresario. Cuando no se tiene esa lealtad con el proveedor, ¿qué lealtad puede esperarse de éste?
Ø
Ese que ves ahí, en esa reunión donde se está hablando mal de compañeros que están ausentes, es el rector del claustro. ------ Estamos adecuando nuestra página en Google sites Pulse aquí: ETICA CIVIL EMPRESARIAL, PARA INGRESAR A NUESTRO NUEVO PORTAL
|
![]()
|
|
|
|
Inmensas sumas de dineros públicos de las que se apropian, descaradamente, numerarios de las diferentes ramas del poder; cuantiosas exigencias de comisiones monetarias, por cualquier oficio prestado a los ciudadanos o a las empresas por servidores públicos para evitar, agilizar, o inclinar procesos civiles o penales, demuestran que el avance de estos ilícitos en todos las formas de gobierno de los pueblos es, desesperadamente, desalentador. Uno esperaría de todas esas formas democráticas, de izquierda, de centro, de derecha, un compromiso a fondo para la erradicación de este flagelo, o que alguna de ellas se distinguiera de las demás por su capacidad de blindar las instituciones de esta lacra caracterizada universalmente. Pero las constantes informaciones de los medios, nacionales e internacionales, a cerca de los actos corruptos; el alto nivel de impunidad alcanzado; los diarios malabares de los políticos para perpetuarse en los beneficios inadecuados de sus cargos o para lograr acuerdos legislativos de gran provecho para los propios legisladores, hacen concluir que la corrupción es un mal endémico y epidémico. Y prueban, también, que la buena fe y la buena voluntad de aquellos que sincera y éticamente aportan sus capacidades de liderazgo político con sus prácticas de buen gobierno, son fácil presa de la manipulación de sus colaboradores que han aprendido a sacar buena tajada de esas buenas actitudes. En las contiendas electorales se escuchan eslóganes esperanzadores de que “esto tiene que cambiar”, que “sí se puede”, que hay que acabar con las instituciones corruptas con una “lucha frontal contra la corrupción”, pero logrado su propósito en las urnas, se sigue observando que las fauces de la corrupción continúan abriéndose, desmesuradamente. ¿Hasta cuándo? ¿Hay con quién? ¿Se puede? ¿Definitivamente, cómo evitar que estas sucias fauces sigan devorándonos?
Ø
Ese motociclista que ves violando todas las disposiciones de tránsito para llegar temprano a una cita, es el gerente de una empresa. ------ Estamos adecuando nuestra página en Google sites Pulse aquí: ETICA CIVIL EMPRESARIAL, PARA INGRESAR A NUESTRO NUEVO PORTAL
|
![]()
|
|
|
|
Sus ojos estaban cerrados, como en uno de esos momentos de ensoñación, y murmuraba: “Se puede. Sí hay con quien. Hay que seguir. Hay que persistir”. Recordaba, con alegría, la reciente llamada que le había hecho una de las jóvenes ejecutivas que habían asistido a su curso de Administración Centrada en Valores: - Profe, lo llamo para contarle lo que me acaba de pasar. - Profe ¿recuerda que yo en clase le dije que todo lo que usted decía era muy bonito, pero que eso no pasaba de ser un idealismo? El maestro recordaba y sonreía. - Profe, ¿recuerda lo que nos decía que nosotros como administradores teníamos que estimular, apoyar y tener una actitud de franco respeto por la persona que es capaz de reconocer sus errores? - Sí, había respondido el maestro. - Pues, vea le cuento. Uno de mis colaboradores de los que asistieron a su curso, antes que yo, me llamó para decirme que necesitaba hablar conmigo urgentemente. Estaba preocupado, nervioso. Acudí a su llamado, prontamente, y ¿sabe qué? me dijo: Doctora, me da pena haberla defraudado en su confianza, pero, tengo un desfalco importante en mi inventario; he analizado las causas, y la verdad no sé, aún, a qué se debe, pero quería comentárselo de inmediato; yo sé que los organismos de control se demorarán en detectarlo, pero es mejor que usted, jefa, lo sepa de primera mano, y que estoy dispuesto a asumir las consecuencias de mi error. - Profe, ese “man” me tocó el alma. - Le estoy ayudando a encontrar las causas de su error, le estoy fortaleciendo su conducta con el elogio a su capacidad de enfrentar la realidad, le estoy acompañando en su ansiedad y estoy definiendo con él la forma de reparar el daño. - Profe, yo nunca pensé que la gente fuera así. Y el viejo maestro, se repetía: Sí, claro que se puede, hay con quien, hay mucho con quien. Y más de los que uno cree. Aquel viejo maestro recordaba y sonreía.
Ø
|
![]()
|
|
|
|
Uno de los mensajes de la valla era hacer caer en la cuenta a sus jóvenes estudiantes de que por el hecho de que la sociedad manifieste su comprensión con aquellas personas que, por enfermedad, por tendencia, por hábitos adquiridos, o por su propia concepción del desarrollo de su personalidad, tienen conductas alejadas del comportamiento esperado por la sociedad, de acuerdo con los naturales cánones culturales, no todo el mundo tiene esas conductas. Las jóvenes generaciones están recibiendo día a día el bombardeo de la publicidad, de las redes sociales virtuales, de las presiones de sus compañeros y del ejemplo de muchos de sus mayores, para que adopten conductas que no están dentro de la línea de su formación de hogar. Por eso tenemos que recordarles que son muchos, pero muchos, los que practican el sexo como relación de amor entre un hombre y una mujer, los que jamás han violado a otra persona; los que tratan con delicadeza, con ternura, a los niños y a las mujeres; los que son transparentes en sus negocios; los que rechazan la corrupción; los que tienen control sobre el alcohol; los que están alejados de las drogas, de la magia negra, del satanismo, y que, por lo tanto, tal argumento: “Todo el mundo lo hace”, refiriéndose a conductas diferentes a éstas, no es un argumento ni de peso ni de fondo ni inteligente ni verdadero para basar en él una opción libre y responsable de conducta juvenil. Es obligación, de todas las escuelas de formación, trabajar para que el joven sepa que hay caminos cuyo tránsito arrastra dificultades enormes por la dependencia que crean, por la incapacidad, a veces total, de romper los lazos de los hábitos, a fin de que, con la suficiente ilustración nacida de su interés por el conocimiento y de la sabiduría que de allí se desprende, decida el trazo del camino de su vida, sea cual fuere, con plena advertencia y con pleno consentimiento. Tendrá, además, que saber que si se equivocó en su elección, suya y únicamente suya es la responsabilidad porque oportunamente recibió el consejo, el ejemplo, la lección, la advertencia y le fueron señalados los efectos factibles de su decisión. Joven, te deseo lo mejor para tu vida.
Ø
Alcalde: Hoy es primero la seguridad ciudadana, después todo lo demás.
|
![]()
|
|
|
|
Hay una constante en el ser humano que está presente en él por el solo hecho de pertenecer a este género: La reflexión ética. Por propia inferencia, hay un momento de su vida en que distingue lo que es el bien de lo que es el mal en el acto, piensa realizar en el aquí y y en el ahora. Nadie se lo tiene que enseñar porque esa distinción es connatural a su ser. Esa inferencia le permite tomar las decisiones necesarias para sus comportamientos vitales que siempre estarán orientados a su bien, aunque, a veces, el bien, que perciba como tal, sea un mal para él mismo. Pero siempre buscará lo que el cree que es “su bien”. Muchas personas, buscando su propio bien, han optado o se han dejado seducir o se han habituado o sufren comportamientos que no eran tan visibles y que, sin ser brotes pasajeros o ligeros, han permanecido y permanecerán mientras el hombre exista, libre o no. Mas, por el hecho de su mayor frecuencia, no puede estarse pensando, ni predicándose, que lo “in” sean tales comportamientos. Van a estar ahí más visibles por el avance de la tecnología, por la mayor comprensión de la debilidad humana, por el pluralismo que las democracias asumen. En las empresas, personas con comportamientos tales, tienen que ser comprendidas, para que el ejercicio de su trabajo, en términos de eficiencia y eficacia, se logre dentro del mutuo respeto por su opción. Pero a su vez, también a ellas ha de exigírseles enorme respeto por quienes deciden permanecer en la línea del no alcoholismo, no drogadicción, no promiscuidad, no homosexualismo, no lesbianismo, no magia negra, no satanismo. Pues, pareciera, por la influencia de los medios de comunicación, por las posibilidades democráticas de manifestarse públicamente, o por el respeto al personal concepto del libre desarrollo de la personalidad, que lo “out” fuera la decisión de permanecer dentro de los cánones naturales. Y hay que tener bien en claro que lo que no es normal, no es normal. Por ejemplo: Lo normal es que el médico sea guardián de la vida, pero el que algunas legislaciones toleren el feticidio, jamás hará que esto sea normal, ni que la frecuencia de cometerlo lo ponga de moda, especialmente, en sociedades donde la maternidad es uno de sus grandes valores humanos. Joven, al hacerte esta reflexión, deseo lo mejor para ti.
Ø
------
|
![]()
|
|
|
|
Por eso desde las tribunas, desde las mismas aulas, desde las relaciones interpersonales, desde los grafitis, desde las carteleras, desde las manifestaciones publicas, desde la radio y la televisión no cesan de echar cuentos para incidir en la desorientación de aquellos niños y jóvenes, que, en su proceso, buscan afianzar su línea de comportamiento asumida en el hogar y en la institución educativa. Suelen echar esos cuentos, entre otros: Los adictos al tabaquismo que muestran como un acto muy libre y muy moderno el hecho de convertirse en contaminantes chimeneas humanas. Los adictos sociales a las sustancias sicoactivas con las que deterioran sus cuerpos y sus mentes o los que se postran hasta llegar a situaciones irracionales. Los adictos sexuales que andan por la vida como bestias salvajes buscando satisfacer sus instintos como el acto más importante de su existencia humana, sin importar violentar a sus víctimas o sacrificarlas a su placer, o que ensañan sus pasiones violentas en niños y en niñas. Los adictos al alcohol o los bebedores sociales que tienen que embriagarse para ocultar su timidez o sus miedos o que insisten en hacer que el otro se embriague, haciendo ostentación de la generosidad de sus fortunas o de demostración de sus capacidades de negociantes, bajo sus efectos. O que se indisponen ante la presencia de alguien que no se embriaga como ellos. Los practicantes de ritos oscuros, satánicos, que pactan sacrificios de otros seres, para sentir y creer que tienen el poder de las fuerzas del mal a su favor, y la eterna juventud. Y a todos esos echadores de cuento, se suman: Locutores de radio con sus tendenciosas insinuaciones y vulgares expresiones pornográficas, o que incitan a la violencia entre las barras. La televisión y la publicidad sin el más mínimo recato en los horarios familiares con la criminalidad exhibicionista de mujeres y hombres del narcotráfico o la vida desenfrenada de muchos actores y actrices. Son demasiados los echadores de cuento que bombardean diaria y constantemente la mente de jóvenes sanos con la consigna inicua y depravada de que, aquellos que no quieren oír sus perversas sugestiones, “no saben lo que se pierden”. Joven: NO TE DEJES ECHAR ESOS CUENTOS. Quiero lo mejor para ti.
Ø
------
|
![]()
|
|
|
|
También se le endosa la hipocresía en el manejo de los descubrimientos de las ciencias sociales en materia de orientación, reconocimientos, estímulos y relaciones labores. Se le carga, además, el sambenito de que su raigambre capitalista no la ha dejado evolucionar en su tendencia a la explotación del Talento Humano.Y como si fuera insuficiente, se pregona que en el duro batallar de la empresa por el mercado nacional e internacional, las frecuentes arremetidas de los competidores en la guerra del mercadeo, la utilización de todos los medios para alcanzar los fines de ventas, la necesidad de reducir costos de operación, justifican cualquier mella en los propósitos humanitarios del empresarismo. Estas cuatro objeciones son absolutamente válidas para algunas empresas que realmente no sólo no han cambiado su concepción capitalista salvaje acerca de la relación Capital-Talento Humano, sino que mantienen prácticas disfrazadas de humanismo por su conveniencia y por sus resultados cortoplacistas. A ello han contribuido: Las áreas intraempresariales disfrazadas de gestión humana por moda; las asociaciones de pequeños y grandes industriales con su miopía y tolerancia de actos discordantes con sus postulados de empresa digna, de responsabilidad social, y de códigos de ética empresarial; las mismas asociaciones de los trabajadores, aquellas que ni siquiera tienen en su agenda la exigencia del reconocimiento de la dignidad del Talento Humano o que la venden por platos de lentejas. Pero la peor contribución la hace el analfabetismo, voluntario calculado o involuntario lerdo, de los aportantes de Capital y de Talento Humano sobre los auténticos valores empresariales, o su enceguecimiento también voluntario calculado o involuntario lerdo, de que el único valor posible en la empresa es el económico. Y no deja de ser sumamente peligroso, para los avances de las ciencias de los negocios que están mostrando las realizaciones de unas empresas administradas con las teorías y las prácticas centradas en valores integrales, y que representan el avance del capitalismo social de la era postindustrial por sobre las obsoletas teorías del capitalismo manchesteriano, que haya tanto analfabeta, del valor integral, con dinero y con poder.
Ø
Si desea leer el comentario enviado por el Senador Jorge Enrique Vélez en relación con nuestra preocupación por tantos homicidios en nuestras ciudades, pulse aquí. ------
|
![]()
|
|
|
|
Esta humanidad, deteriorada hasta el extremo de olvidar que este valor es rector fundamental de la convivencia, ha desperdiciado millones de años sin encontrar el remedio al mayor crimen que alienta, despreocupada, o solo preocupada cuando el asesinato ronda sus toldas familiares, pues, de lo contrario, permanece insensible o fomenta la civilidad destructora de la energía humanizada desde el momento de la concepción del racional humano. Cuando sobre la vida se ponen otros valores como el económico o el de los fanatismos políticos y religiosos, la vida racional no vale nada, y al no valer, la vivencia continuará deteriorada. En esta cultura de la NO VIDA, hay muchos agentes, activos y pasivos, que contribuyen permanentemente a alentarla directa o indirectamente, o que se convierten en causas necesarias para que esta civilización del siglo XXI esté alimentada por el tendido de muertes que está dejando, convirtiendo al mundo entero en un campo de concentración extenso, sin las hirientes y humillantes alambradas, ni el bullicio aterrador de sirenas, pero con el retumbar de las bombas asesinas terroristas, la metralla, el fusil, las minas mutiladoras o el aleve silencio de las armas blancas. Todo esto sucede sin que esta humanidad, sin fe en si misma, sé de cuenta de que está construyendo dolor y muerte por incapacidad de alentar el más noble valor civil de la especie humana: LA VIDA. Las religiones, la política, los estados, sus gobiernos nacionales y locales están fracasando en inculcar el respeto por la vida.Y uno ve, con tristeza suma, con desasosiego, desesperanza y decepción, cómo hay mandatarios que se lavan las manos, tratando de ocultar la responsabilidad histórica que les corresponde en la criminalidad de sus ciudades, de cuya seguridad son responsables por claro mandato de la Constitución republicana. Hay quienes, con una tasa de 88, 8 de asesinatos, sin contar los feticidios, por cada cien mil habitantes de su ciudad, pareciera que creyeran que eso es normal en este mundo civilizado. Nos estamos contagiando de esa creencia. Por eso, no es extraño que se piense que nuestros comentarios sean una visión pesimista de esta era tan tecnológicamente sobresaliente que nos correspondió vivir, o que nuestras alusiones a la responsabilidad de los alcaldes de nuestro país, que se está sumiendo en el irrespeto a la vida, sean ataques políticos. Hemos tomado las estadísticas que trae la revista SEMANA –Noviembre 23 a 30 de 2009- para 9 ciudades en relación “con la violencia que está matando a los colombianos” , de enero a octubre de 2008 y Enero octubre de 2009, y hemos sumado 10.357 asesinatos. Con 7 ciudades al alza. Esta cifra es indicadora de la existencia de una cultura de la NO VIDA. Muestra que el respeto por la vida se está perdiendo a pasos agigantados. Señala que la vida en nuestro país ciertamente no vale nada. Alcaldes, ustedes pecan por acción y por omisión. Centupliquen sus pocos o muchos esfuerzos para que se respete la vida, pero, de inmediato, empiecen una acción a gran escala, envolvente, propagandística y programática para que el respeto por la vida se posicione como el mayor valor de sus ciudadanos. Porque la VIDA es el mayor bien civil apetecible de la especie humana.
Ø
Nos causa tristeza y decepción el triple mensaje que encierra la frase de un servidor público de la capital: “En Bogotá han aumentado los homicidios, pero no tanto como en Medellín y Cali”. ¡Qué esperanza! Despreocupación, vanagloria, rivalidad. Pensemos en Colombia. Pulse aquí.
------
|
![]()
|
|
|
|
EL MANDATARIO En la administración, pública o privada, quien
dicta las leyes, las normas o da las órdenes, tiene que tener absolutamente
claro que una gran mayoría de sus conciudadanos o de su Talento Humano las
acatará, en la medida en que sean comprensivamente racionales y respondan a la
necesidad organizativa de la convivencia o de la productividad. Pero también tiene que tener muy presente que
habrá muchos que no las seguirán o que buscarán la forma de infringirlas, porque “hecha la ley, hecha la trampa”. Sin embargo muchos mandatarios se quedan en las
buenas intenciones con sus preceptos, porque no prevén o son tímidos o miedosos
en diseñar y hacer cumplir los procesos necesarios para hacer recaer el peso de
su autoridad legítima sobre los inciviles o los indisciplinados. Una muestra clara de ello, en el sector público,
es la prohibición que hicieron algunos gobernantes del uso de globos de mecha
encendida debido al alto riesgo de incendios de inmobiliarios y forestales, y
el uso de la pólvora, por personas no calificadas, debido a las tristes
experiencias de quemaduras de propios y vecinos. Pero una gran cantidad de
inciviles se pasaron la norma por la faja, y el resultado fue que hubo muchos
quemados (varios niños) a pesar de la prohibición. Se admite la norma pero no
se cumple. ¿Dónde estriba la desobediencia? O en la
incivilidad salvaje y cavernícola de un gran sector de la comunidad. O en la
incapacidad, la tolerancia (virtud
del débil), o la permisividad a cambio de los resultados de las encuestas y de
los votos para el mismo que dictó la norma. El mandatario incapaz, tolerante y permisivo
frente a los resultados presupuestados, que deben ser “cero quemados, cero
incendios”, saldrá a decir que las medidas adoptadas redujeron en un tanto por
ciento estos aberrantes hechos y tratará de mostrar el éxito de su fracaso como
autoridad, manifiesto en las lesiones graves a seres humanos y a pobres
animales aturdidos, maltratados, estresados o abortantes con el ruido del
desenfreno en el uso de la pólvora. Mientras que, reporteros de televisión,
entrevistarán a los salvajes que violaron la norma, como si fueran unos héroes
de la desobediencia, en una clara apología del delito. ¡Cómo nos duele! A usted
¿no? Si un mandatario así, no tiene capacidad para
detener tanta incivilidad, tanta conducta cavernícola, con todo el poder que le da la ley, con
el cuerpo policivo a su , con
el cuerpo policivo a su disposición y con la capacidad que debe tener y
ostentar de ser acatado por todo su pueblo, aunque presente las mejores
realizaciones en el plano material, ese mandatario incapaz de detener tanta
salvajada que se comete contra la vida, la integridad de las personas y los
animales, o asume con dignidad y valentía su compromiso de velar por la vida,
honra y bienes de los ciudadanos o renuncia a su cargo por incapacidad para el
mando. En cualquiera de estos dos casos, que Dios y la Patria se lo premien. EN ESTA NAVIDAD En esta Navidad acuérdate
de los que sufren, de los que tienen hambre, de los que están desplazados de
sus hogares contra su voluntad, y llena una de sus mesas vacías con tu amor y
con el amor de tu familia, para que tu felicidad sea una felicidad solidaria.
(Campaña anual del Correo de la Etica)
------
|
![]()
|
|
|
|
Pero ¿cómo más llamar a esos padres de familia, a esos hombres o mujeres que ahora protestan por el léxico directo y duro, que son capaces de dar a un niño o permitirle un juguete explosivo de pólvora: una verdadera bomba en sus manos? De la memoria que guardamos del Evangelio, recordamos esta frase que transcribimos “¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra; o, si pide un huevo, le da un escorpión?” Ahora dos mil años después, ¡qué civilidad! hay padres, de todos los estratos, que son capaces de dar a sus hijos explosivos para que jueguen aunque los conduzcan a la muerte. Premodernos, sería de pronto el calificativo dulce que les gustaría oír y no el de cavernícolas o salvajes que hemos utilizado. Pero uno se reafirma en su lenguaje cuando ve a un padre o a una madre cargando el cuerpo de su hijo exánime o mal herido, y les escucha expresiones como “¿Por qué fui tan bruto que di pólvora a mi hijo” o “Por qué quemé pólvora delante de ellos?”, porque eso es lo que son unos “brutos”.[1] Y tocante a la incapacidad de mandatarios de hacerse obedecer, en este como en otros temas, los invitamos a leer el testimonio analítico y documentado titulado ¿INEPTITUD, DESIDIA, INDOLENCIA O...CORRUPCION? enviado por la Fundación Sueño Colombiano, como muestra irrefutable de tanta incapacidad. Pulse aquí para solicitarlo. Tenemos, también, que agradecer a quienes reenvían a sus amigos estos mensajes, porque puede que no cambiemos el mundo, pero sí podemos cambiar nuestro mundo, el mundo que nos rodea..
Ø
Va a terminar un año que no fue fácil. ¿Qué has planeado para el próximo?
------
|
![]()
|
|
|
|
Esta frase nos hizo repensar nuestra posición en relación con algunos conceptos emitidos sobre los mandatarios. 1. Realmente ¿estamos exigiendo imposibles a los gobernantes? 2. ¿El número de desubicados es mayor? Porque pareciera que ninguna autoridad fuera capaz de resolver con su actual “leal saber y entender”, hechos como: Matanza de niños, muerte en las vías por indisciplina de conductores y motociclistas o alicoramiento, contaminación ambiental, lesiones por pólvora, terrorismo rural y urbano. Entonces, uno se pregunta: Si la autoridad es incapaz frente a estos delitos que cometen tantos desubicados, no queda sino una clara solución: Fijar prioridades. Por lo tanto el mandatario debe darle prioridad de inmediato a la salvaguardia de la vida. Lo primero es la vida, lo demás vendrá posteriormente. Pero lo primero es la vida. Porque ¿para qué más escuelas si a sus puertas matan a los niños? ¿Para qué más viajes al exterior, si se necesita la presencia “in situ” de todas las autoridades para combatir el sicariato y el terrorismo de la ciudad? ¿Para qué más vías, si mientras más se construyen hay más muertes en ellas? ¿Para qué más alumbrados decembrinos, si todavía hay cientos de niños quemados por la pólvora? GOBERNANTE, LO PRIMERO, LO URGENTE, LO UNICO, EN EL MOMENTO ACTUAL, ES CUMPLIR EL MANDATO CONSTITUCIONAL DE SALVAGUARDAR LA VIDA. ES LO PRIORITARIO. ESTE ES NUESTRO GRITO
ØQue seas feliz en todo momento de tu vida. ØQue la paz anide en tu corazón para que la derrames. ØQue el dolor no toque tu puerta y si llegare, que tengas valor para afrontarlo. ØQue seas muy, pero muy amado.center>
|
![]()
|
|
|
|
Recursos humanos, supervisión, sentido de pertenencia, pliego de peticiones y más, son vocablos que desde el siglo pasado debieron haberse eliminado del lenguaje de las ciencias administrativas, tanto en las empresas como en las universidades, para posicionar los de Talento Humano, Orientación, Compromiso, Convenios, que contribuyen a sentar las bases del mutuo respeto entre los aportantes de Capital y de Talento y el reconocimiento y valoración de su propia y mutua dignidad humana. Sin embargo, universidades y empresas por la rutina o por el afán dominante, no han caído en la cuenta, o no quieren abandonar este lenguaje, porque, además, cifran en él los éxitos del capitalismo desalmado. El administrador moderno y más aún los administradores jóvenes que todavía los usan, acusan fuerte retraso científico en esta materia. Otro vocablo, contra el cual hay que empezar a dar una batalla dura, es el de “patrón”. Los patronos ya también están mandados a recoger, a pesar de que este término esté metido hasta los tuétanos en la legislación laboral. El término “patrón o patrono” trae, desde la aparición de la era industrial, una connotación de capataz, látigo, carcelero, dominio, dueño, amo, mandamás, autoritarismo, paternalismo, dependencia, vigilancia, obreros, incapacidad del trabajador de aportar, de orientar su propio destino, de sentir satisfacciones por su trabajo diferentes a la paga. Si usted se considera, obra y piensa como “patrón o patrono”, tiene que actualizarse en administración. Y para ello es necesario empezar a asumir un nuevo lenguaje que termine influenciando sus acciones administrativas.
ØSé generoso en el aporte de tus ideas para el mejoramiento de la empresa donde trabajas, aunque no haya premios monetarios para ello. Construyes. ØCuando aportas con generosidad tus ideas a la empresa, estás estimulando el ser creativo que hay en ti. Eso te hace persona valiosa y desarrolla tu inteligencia. ¿Qué mejor paga? ØCuando hayas tenido dificultad en la relación con personas que orientan tu actividad en la empresa, no des rienda suelta a tu lengua con tus compañeros, ni respires por la herida, ya calmado escribe tu queja y entrégala a quien consideres que tiene en sus manos el poder de solucionártela.
|
![]()
|
|
|
|
Independientemente de su estilo de dirección, su autoridad debe ser claramente aceptada por quienes han de realizar las ejecutorias, o cumplir las normas, para el beneficio organizacional o del bien común. Cuando no se alcanza esa respuesta por un significativo número de trabajadores o de servidores públicos o de ciudadanía, al mandatario le falta el don de mando, imprescindible para la productividad o para los resultados esperados en la administración del Estado. Esa falta de don de mando, en el sector público, se vuelve visible cuando el mandatario del ente territorial toma determinaciones, relacionadas con la aplicación de la ley, para encausar comportamientos garantizadores de la seguridad del común, en su vida, en sus bienes o en su honra, y, por diversas razones, esas determinaciones son poco acatadas, por lo que se vuelve incontrolable la criminalidad o el desorden ciudadano. El mandatario puede presentar muchas y muy buenas realizaciones en otros campos, pero si no logra obtener el acatamiento debido para que se reduzcan a la mínima expresión los indicadores de desobediencia ciudadana delictiva, carece de don de mando, y no puede escudarse en la falta de colaboración de los demás organismos del Estado, porque precisamente, esa incapacidad de lograr que todos concurran para garantizar los derechos ciudadanos, es muestra palpable de su incapacidad de convocatoria. Cuando en la empresa privada se carece de don de mando, el administrador es retirado de su cargo. Pero en la administración pública, de mayor repercusión en la vivencia comunitaria, ¿qué suele ocurrir?
ØEn tus momentos de dificultad en la empresa, acuérdate de que un buen compañero te sirve de guía, consejero y apoyo. ØAnaliza tu relación con el jefe-líder de tu grupo, con espíritu abierto, en el podrás encontrar también un compañero si mantienes esa apertura sincera y respetuosa. ØLa hipocresía, la mentira y la murmuración acaban con las buenas relaciones en el trabajo.
|
![]()
|
|
|
|
Es necesario mantener y acrecentar esa esperanza porque ella mantendrá vivas las estrategias, las iniciativas, los esfuerzos y la pasión por alcanzar esos avances humanísticos. Claro que la esperanza se debilita en la medida en que la cizaña avanza, en la medida en que las grandes líneas del pensamiento que orientan a la humanidad, como la democracia, la religión, la política, la economía y la ciencia, se debilitan por la perversidad, la corrupción, la ambición, los vicios, la falsedad y la falta de objetividad investigativa. De ahí que toda persona con liderazgo virtuoso en la familia, en la comunidad, en la nación, en el mundo, tenga que seguir insistiendo, trabajando, en revisar, reformar y fortalecer esas líneas de pensamiento para que la esperanza como pasión, como valor, como virtud, esté por encima de las pasiones humanas viles. Es nuestra mayor esperanza que juntos, sin distingos de pensamiento, busquemos y alcancemos nuestros anhelos de una humanidad más humanizada, que repercuta en nuestros hogares, en nuestros trabajos, en nuestras empresas, en nuestros sistemas de convivencia. Revivamos nuestra esperanza aunque alcanzarla parezca una utopía. No importa. Revivámosla. Pero, líderes, hagámoslo ya.
Ø Es necesario que en tu empresa haya una actitud positiva de cambio hacia los imperativos éticos relacionados con el ambiente. Ø Tienes que asumir seriamente tu obligación de proteger el ambiente. No esperes que otros lo hagan. Ø Tienes que darte cuenta de que tu contribución a mejorar el ambiente, repercute, definitivamente, en tu propia familia. Ø El respeto por los animales es respeto por el sistema energético del cual participas.
|
![]()
|
|
|
| Página de la Vida
En uno, una señora sugería el no ingreso de taxis y de mensajeros domiciliarios, explicando razones de seguridad, en el otro, un hombre, enfermo, al parecer de edad avanzada, presentaba sus objeciones a esta sugerencia. Y el viejo maestro reflexionaba: -Cuántas veces nuestro afán por el beneficio de la comunidad, nos hace olvidar de los sufrimientos de las demás personas que conviven con nosotros en un condominio. Nuestro celo, nuestros intereses particulares proyectados, a veces, como intereses comunitarios, nos hacen olvidar a los más necesitados, a los niños, a las personas que atardecen, a los enfermos, a las mujeres en condiciones de necesidad de protección. Y a aquel viejo maestro, en su reflexión, se estremecía al releer las palabras del hombre enfermo: “Es fácil para aquellos que gozan de buena salud y/o poseen un vehículo propio, denigrar de quienes por nuestras limitaciones de salud (enfermedad coronaria y cáncer en mi caso), no poseemos un vehículo y debemos utilizar esporádicamente los servicios de domicilios”. El viejo maestro inspirado por estas palabras, pensando en las empresas, se decía: -Así, también, muchos jóvenes administradores en su afán natural de progresar, de sobresalir, de cambiar, para mejorar las cosas, pierden o hacen a un lado la sensibilidad social necesaria para con los semejantes que orientan y que caminan, por, muchas veces, caminos tortuosos de la enfermedad y la ancianidad, senderos que esos jóvenes muy seguramente tendrán que recorrer. Maestro: Cuántas veces en las empresas, los administradores y en especial los administradores jóvenes, en su afán de cumplir con el deber, de tener resultados, olvidan el dolor humano de sus orientados causado por sus decisiones administrativas y no se detienen a alivianar sus heridas, aunque tales decisiones sean justas. El viejo maestro inclinó su cabeza y se sumió en sus recuerdos.
Ø Piensa que tu eres directamente responsable de lo que sucede en el ambiente, y que por eso tienes que minimizar la contaminación que provocas. ¿O eres de los que creen que el problema de la contaminación ambiental es sólo de los demás? Ø ¿Qué cantidad de responsabilidad te corresponde por el aire impuro que respiran tus propios hijos en la ciudad? ¿O eres de los que creen que sólo afecta a los hijos de los demás y no a los tuyos? Ø El respeto por el ambiente tiene que hacerte cambiar muchas costumbres en el uso de los servicios públicos.
|
![]()
|
|
|
| .
Con el transcurrir del tiempo la comunidad ha ido tomando conciencia del valor del respeto y el cuidado del ambiente. Pero aparecen nuevos contaminadores, potencialmente superiores vinculados a la radiación, que se van instalando en países, en regiones y hasta en los mismos hogares. Este factor de contaminación invisible, silencioso, con escasos opositores porque se ejecutan tanto a nombre del desarrollo que producen, como del mejoramiento de la calidad de vida, nos están situando nuevamente en los comienzos de la era industrial en cuanto a la inconsciencia del deterioro del ambiente. Hay un continuum claro de contradicción en el desarrollo de la humanidad, con características de destrucción propia, tanáticas, que le hacen buscar los novedosos caminos de la tecnología pero a cambio tiene que sufrir las consecuencias de su avasallamiento. La empresa de hoy, competitiva, no puede marginarse de ese desarrollo, pero tiene, paralelamente y en similar proporción, que invertir en los elementos de protección y contrarresto del daño calculable que las modernas tecnologías están transfiriendo al ser humano y al ambiente. Es una cuestión de ética ambiental dentro del concepto de responsabilidad social empresarial integral. Si su empresa no lo hace, sus predicamentos éticos y de responsabilidad social resultan pura farsa.
Ø ¿De que te sirve pregonar que amas la empresa donde trabajas, si no estás comprometido con los resultados? Ø¿De que te sirve exigir que te respeten como ser humano digno, si todavía sigues actuando como un simple recurso humano? Ø¿De que te vale alardear de que trabajas en la mejor empresa, si tu rendimiento es bajo? Ø¿Por qué cuando te equivocas en tu trabajo, tratas de ocultar tu error y luego gritas a los cuatro vientos que eres buen trabajador y honrado?
|
![]()
|
|
|
| .
Nos conmueven los efectos de la naturaleza violenta sobre multitud de personas arrastradas o sacrificadas o dejadas sin techo, por la fuerza de las aguas, por los incendios, por los terremotos. Nos duele ver tantas otras que, debido a las acciones de los bandidos, de los terroristas, de muchos que abusan de su posición de fuerzas del orden, deambulan por los caminos de una patria que debería ser dulce madre. Nos estremece el llanto de los niños, de los huérfanos, de las viudas, de los esposos, de los hijos, por las violentas muertes provocadas por cualquiera de los actores armados. En su mente tendrán siempre dibujada el horror de la cruel escena presenciada o imaginada, y en su corazón, guardado el dolor que muy difícilmente dejará de acompañarlos mientras vivan. El rostro de las víctimas, es un rostro tatuado con la huella de las dificultades extremas. Y quienes, de momento, soportamos menos inclemencias, menos atropellos, más libertad, deberíamos estar mostrando, con generosidad y solidaria acción, nuestro acompañamiento a tantas y tantas víctimas humanas. Pero se observa, que en medio de ese cuadro de dolor y horror, hay quienes se esconden sin haber sufrido, para beneficiarse de esos actos de generosidad y solidaridad, y se convierten en víctimas mendaces que sólo buscan su bien en detrimento del de las víctimas reales. Y más duro aún, tener la percepción de que algunos servidores públicos o privados o voluntarios se apoderan de aquello que la generosidad comunitaria entrega de buena fe en sus manos para las víctimas o lo dejan perder en las bodegas. Tanta podredumbre humana en medio de tanto dolor. ¿Y esto también tienen que tolerarlo las víctimas reales?
ØAhora que las dificultades económicas del país empiezan a superarse, tú como trabajador, tienes que seguir aportando toda tu capacidad para la reducción de los gastos en tu lugar de trabajo. Contribuyes así a la generación de empleo. ØAdministrador: ¿Cuál es tu respuesta a las acciones generosas de tus trabajadores que en los momentos de dificultad económica de la empresa hicieron sacrificios grandes para sacarla adelante? No olvides que hay cien mil formas de hacer reconocimientos, sin necesidad de grandes erogaciones. ØAunque no estés satisfecho con tu salario o con el trabajo que realizas, hazlo bien, sumamente bien. Es la mejor forma de conseguir lo que anhelas.
|
![]()
|
|
|
| .
Esa búsqueda está influenciada por una tesis que ha cobrado tanta fuerza que no hay empresa que no la haya asimilado en su filosofía o que no esté sintiendo la presión de actores internos y externos para ello. Esa tesis es : El hombre o la mujer que trabaja es una persona. De esta tesis se han desprendido varias líneas de acción consecuentes, entre ellas: El cambio de mentalidad en los conceptos y actitudes referidos a su estilo de dirección. El cambio en el lenguaje corporativo de la empresa que busca romper toda traza de deshumanización o cosificación tanto del administrado como del administrador. Por ello, las empresas han asumido el reto de humanizar a través del trabajo en equipo, pero también porque el modelo de administración centrada en valores está dando respuesta, con efectividad, al propósito común de alcanzar los objetivos organizacionales con dignidad. Sin embargo, en su propósito, se van quedando rastros de actitudes o lenguaje propios de la antítesis de la personificación del trabajador y dignificación del trabajo: Uno de esos rezagos es el vocablo supervisión. Ya no hay supervisores, hay orientadores, hay líderes de los equipos humanizados de trabajo. Porque, se supervisan las máquinas, se supervisan los recursos, pero al Talento Humano se le orienta. Claro que si usted se siente recurso, si usted piensa y actúa como recurso, no va haber quien lo oriente, porque usted lo que necesita es que lo manejen, que lo arreen. Usted, así, lo que necesita es un capataz.
Ø Métete en tu cabeza y en tu corazón que el trabajo es una bendición. ØNunca maldigas de tu trabajo, porque él es la llave de tu crecimiento y desarrollo. ØMantén presente la importancia de la intima relación entre la satisfacción en tu trabajo con tu vida familiar. ØPiensa en lo que significaría para ti y para tu familia el no tener trabajo.
|
![]()
|
|
|
| .
Pero a veces se olvida que el bien del país está íntimamente ligado al futuro de la permanencia y desarrollo de la libre empresa. Esta filosofía de libre empresa y de empresa privada, que los empresarios y sus asociaciones defienden con timidez, ha dado pruebas fehacientes de que en la medida en que el empresarismo avanza, los niveles de pobreza se reducen. No hablamos de grandes ni de medianas empresas solamente, hablamos también de pequeñas empresas, que son capaces de generar, aún en Estados Unidos, un alto porcentaje de los puestos de trabajo de la nación. Esto, también lo hemos visto, vivido y comprobado a través de nuestro trabajo, por muchos años, con el fomento de la microempresa y de la famiempresa. Los administradores no pueden ser tímidos en ilustrar tanto a los aportantes de capital como de Talento Humano, sobre los grandes riesgos que se vienen presentado con los regímenes paratotalitarios, esos que disfrazados de democracia y camuflados en movimientos de extrema izquierda buscan llegar al poder para imponer obsoletas prácticas colectivistas, que lo que hacen es sumir en la miseria y en la pobreza y en la restricción de libertades a los pueblos que se dejan engañar con las sirenas de democracias falseadas. La defensa de la libre empresa, dentro del marco de un capitalismo social, tiene que darse también en las urnas, por la responsabilidad que nos compete para que el futuro no esté cargado de expropiaciones, de escasez de recursos, de élites que pregonan igualdad y se apropian de los bienes del común, de miseria y hambre. Basta mirar para un lado.
Ø No uses apodos para llamar o nombrar a otro compañero de trabajo o a tu jefe-líder. ØSé generoso en aportar tus sugerencias a la empresa para mejorar tu puesto de trabajo, sus procesos, tu entorno. ØCumple a cabalidad las normas de seguridad. Tienes obligación de conservar íntegra la salud de tu cuerpo. ØRecuerda en todo momento, que la autoridad es servicio.
|
![]()
|
|
|
| (1)
Esta visión del deporte, es una visión de profundo contenido humanista: El deporte como medio del desarrollo de la persona humana. Y es legítimo que cada persona que alcanza altos niveles de perfeccionamiento, quiera poner a consideración de los entusiastas seguidores los resultados de su esfuerzo, y como el artista, merece que, por su recurso tiempo y arte que aporta, sea retribuido hasta con generosidad. Pero aparecen algunos deportes que convocan masivamente a seguidores y que son aprovechados con otros fines diferentes por apostadores y mafias, a quienes no interesa, en modo alguno, la concepción del deporte como elemento fundamental de educación y formación integral, sino que ven al deportista como una mercancía. Cuentan con la estultez de muchos comentaristas de deporte de radio y TV, que le hacen el juego a los apostadores y a la mafia, perifoneando que han vendido a tal o cual futbolista. Y hay deportistas, también, que aceptan que los venden, que los negocian en el mercado del deporte como si fueran una res. Y hasta dicen con orgullo inocultable: “Me compró tal club”. Están cosificados. Las personas no se venden, ni se compran. La esclavitud es una ignominia para la humanidad. Hay esclavos modernos: Hombres o mujeres deportistas que se aceptan como esclavos, que se valoran como esclavos y que admiten que se les compre y se les venda como esclavos. Y hay amos camuflados en clubes deportivos, aún en aquellos que aparecen como entidades sin ánimo de lucro.
Ø Para educar un animalito no tienes que martirizarlo con objetos calientes. ØEl castigo a los animales tiene que darse para que adquieran comportamientos habituales, pero no para descargar en él tu rabia con un palo, una cadena, una parrilla caliente o con lo que tengas en la mano. ØPara educar tu perro mantén disponible elementos que no lo hieran pero que le permitan asociar la falta con el castigo. ØPrefiere el premio al castigo, como estímulo de su conducta.
|
![]()
|
|
|
| (2)
Cuando uno hace un contrato de trabajo pone a disposición de aquel, con quien lo ha celebrado, sus recursos de tiempo, conocimiento y tecnología, pero jamás ni su ser, ni su dignidad. Si uno decide retirarse, el contratante no puede retener su tarjeta profesional o los derechos sobre la disposición de su tiempo, de su conocimiento y su tecnología, a excepción de los secretos naturales o comprometidos que, tácita o explícitamente, se acepten guardar. En cambio, en algunos deportes, como generalmente el deportista no es propietario de sus derechos deportivos, el dueño de su pase lo utiliza para “manejarlo” a su antojo y personal beneficio. Allí sí se observan contratos de trabajo que están estigmatizados por el uso y la propiedad del deportista. Lamentablemente, son muy pocos los casos en que los deportistas son dueños de sus pases y pueden actuar con independencia frente a los maltratos y vejámenes de sus amos. Peor aún, la ley 181 del deporte en Colombia podría estar fomentando este sentido de esclavitud cuando dice: “Únicamente los clubes con deportistas profesionales o aficionados, podrán ser poseedores de los derechos deportivos de los jugadores o deportistas”, aunque se entiende que el propio deportista puede ser su dueño. Más adelante dice la ley: “Entiéndese por derechos deportivos de los jugadores o deportistas, la facultad exclusiva*) que tienen los clubes deportivos de registrar, inscribir, o autorizar la actuación de un jugador cuya carta de transferencia le corresponde conforme a las disposiciones de la federación respectiva”. *) Esta palabra “exclusiva” fue declara inexequible por la Corte Constitucional, por lo que el propio deportista puede ser dueño de esos derechos. Para sacar a los deportistas de estos rezagos de vicios de esclavitud es preciso que cada deportista sea el único dueño de sus derechos deportivos, por encima de lo que pretendan las grandes federaciones nacionales o internacionales, que a veces se escudan en mala fe de jugadores para perpetuar este escarnio. Cambiar la ley, tajantemente, tiene que ser un propósito para extinguir los usos residuales del deportista como objeto de compra y venta, porque la sentencia de la Corte (T-1024/05) también se ha quedado corta.
Ø Es necesario cierto grado de confianza en la gente, pero es ingenuo confiar en todo el mundo. ØHay quienes simulan sufrimientos o dificultades para aprovecharse de ti. ØSer buen samaritano con desconocidos es un riesgo muy grande en esta época.
|
![]()
|
|
|
| (1)
Cada votación registra hechos demostrados del avance de la sucia política. La descarada compra de votos, los intentos y las alteraciones de los resultados en las urnas. Los manejos paquidérmicos de los escrutinios. Las denuncias mutuas, agresivas, severas, de los contrincantes políticos. La facilidad con la que unos y otros se quitan su honra y fama. La indiferencia que se ve con los pobres resultados de las investigaciones “exhaustivas” de los delitos electorales. La incapacidad por desidia o por desconocimiento de las autoridades electorales. Todo ello, y mucho más, muestra que la sucia política se toma todos los escenarios de la democracia para que politiqueros, narcotraficantes, terroristas se vean surgir en las urnas como heroicos, desprendidos y desinteresados padres de la patria. La experiencia de votar con honestidad por hombres y mujeres políticos de gran probidad, siempre deja la amargura por los resultados de una concurrencia de votantes camuflados de honestos o de interesados por el bien de todos, cuando están atraídos por compartir el beneficio individual de quienes aspiran a ganarse millonadas de pesos o ansiosos por conseguir los mayores beneficios sin importar las anteriores trapisondas legislativas de aquellos por quienes cautivan su voto. Amarga la experiencia de votar en cada elección que asegura pulcritud electoral, pero que termina en el festín de la sucia política. ¿Hasta cuándo? O ¿eso es propio de las democracias?
Ø En las reuniones de trabajo, no interrumpas agresivamente, deja que se expongan las ideas y luego expón las tuyas con serenidad. Ø No contribuyas a la pérdida de tiempo de tu equipo con discusiones innecesarias. Ø Permanece siempre atento a la forma como se utiliza el tiempo en tus reuniones.
|
![]()
|
|
|
| (2)
Exministros de Estado, exdiplomáticos, exgobernantes, aun de su mismo partido, enfrentados peor que vendedores en plazas de mercado; entendible en estos por su escasa preparación, pero imperdonable entre personas con estudios superiores,aún en el exterior. Triste espectáculo de profesionales, con características de liderazgo público, que se tratan mal públicamente, o se acusan recíprocamente, o se lanzan juicios temerarios sin tener en cuenta los procesos judiciales, escudados, estultamente, por fueros de los cuales no gozan los demás ciudadanos, porque también esto sería igual de aberrante. Viudos de poder que pretenden retomarlo a pesar de sus escasas ejecutorias en beneficio de sus compatriotas, pero muchísimas en beneficio propio y de sus áulicos, o que alardean de propuestas electoreras de trabajar por los pobres de este país, cuando, en su mandato, no se observó la disminución de la tasa de pobreza, ni la de la violencia. Cómo llena de amargura ver estos comportamientos que emanan a borbotones de las cloacas de la sucia política. Y a la manera como, en los tristes, deplorables y mandados a recoger espectáculos de riñas de gallos, los noveles apostadores aprenden las mañas de viejos y sucios galleros, así la nuevas generaciones de políticos están expuestas a asumir los vicios del caudillismo electorero que hacen amarga la experiencia de votar. ¿Hasta cuándo hay que convivir con esto? O ¿ también esto es propio de las democracias?
Ø Administrador, si no tienes vocación para orientar a tus colaboradores, estás en el lugar equivocado. ØAcusas falta de carácter cuando tu jefe-líder se equivoca en una orden y tú no tienes el valor de advertírselo. Ø¿Por qué será que hay administradores incapaces de asumir con serenidad la comunicación de los resultados de la valoración de desempeño de su Talento Humano?
|
![]()
|
|
|
| (3)
No concluyen aún las lecciones que nos dejó la experiencia de votar. Partamos de tres axiomas:
Ø Cualquiera que sea tu cargo, planea tus actividades semanales y consúltalas con tu jefe-líder. Irás alcanzando mayor autonomía. Ø También fíjate objetivos concretos para tu vida familiar durante un año y conviértelos en metas alcanzables para cada mes. ØSi tienes una clara dirección de tu vida y de tu trabajo, te valorarás mejor como ser humano.
|
![]()
|
|
|
| (fin)
A la práctica creciente de los delitos contra el sufragio se suman la incapacidad técnica, real o premeditada, y la falta de claridad de los sistemas de información sobre los resultados de las urnas, como contribución a incrementar las dudas de manipulación de los resultados de las elecciones por parte de la sucia política.
Ø ¿Por qué todo lo relacionado con el sexo es más importante que el propio desarrollo intelectual y moral de la persona? Ø¿Por qué en el amor todo se está reduciendo a simple sexo? Ø ¿No está el hombre o la mujer llamado por su naturaleza a ser más racional en el disfrute de los goces de la vida, que los mismos animalitos?
|
![]()
|
|
|
| .
Página de la vida
Guerras santas, por el petróleo, por el territorio, contra el terrorismo; bombas en las ciudades; la Iglesia Católica pidiendo perdón por crímenes sexuales de sus religiosos; suicidios de personajes reconocidos; autodestrucción para destruir a otros; asesinato de periodistas, de niños; narcoterrorismo reactivado; planeta contaminado; gobernantes asociados con terroristas; amenazas de activistas musulmanes; violencia sexual, proxenetismo; amenazas de justificación de la instrumentación de la muerte como lucha política; justicia lenta, politizada, venal; impunidad galopante; atracos; venganzas; masacres; enorme creatividad para la movilización de la droga; tratos, venias y reverencias en todos los estratos a los “dones” de las mafias, cual reyes o dioses. Y en medio de todo ese basural humano, una noticia inmensamente buena, con color de la esperanza: EL DIA DE LA TIERRA. Pero la tierra enfurecida -pensaba el viejo maestro al ver la gran columna de humo del volcán que lesiona la economía continental-, parece que quisiera recordar que el daño voluntario que la humanidad le está causando al planeta tendrá un costo inmenso, superior, en grado sumo, al que la propia naturaleza puede causar con sus erupciones, con sus tsunamis, con sus temblores, con sus deslizamientos, con sus borrascas. Y el viejo maestro, trataba de comprender, cómo en medio de una humanidad tan violenta, tan criminal, tan injusta, se podría trabajar a fondo por restablecer el orden natural del ambiente, cuando esta misma humanidad no ha sido capaz de restablecer el orden natural de su coexistencia, tan ligado a áquel. Maestro, no es acaso cierto, que la fuerzas destructoras que bullen en la humanidad y que como jinetes apocalípticos recorren las naciones, impiden visualizar grandes propuestas reales, salvadoras del planeta, salvadoras de la vida, salvadoras de la fe, salvadoras de la esperanza de una mejor convivencia humana? Y el viejo maestro, suspiró profundamente, como resignándose. El, que nunca ha podido entender la resignación. ¿Entonces, qué vamos a hacer?
Ø ¿De qué sirve un día sin carro, si las mismas autoridades provocan, con sus malas decisiones, inmensos focos de contaminación ambiental? Ø¿Motociclista, definitivamente, a ti no te importa tu vida? Ø¿Por qué será que cada día es menor el número de conductores que ceden con amabilidad el paso a otros conductores?
|
![]()
|
|
|
| .
.
El enternecimiento y la compasión que excitan los males que sufren otros, en personas de sensibilidad social, no pueden estar presentes en ninguna de las actuaciones empresariales de los jefes-líderes, ni de los responsables de la proyección social de la organización.
Ø En conciencia, ¿cómo puedes conducir un vehículo si has tomado licor? Ø¿Cómo puedes ser tan descuidado de no pagar oportunamente las cuotas de administración de tu unidad residencial? ØDéjate de estar diciendo que amas mucho tu empresa, si ni siquiera eres leal con ella. ØAl votar, piensa primero en tu país. Ø Es ridículo oírte pedir perdón por la falta consuetudinaria que cometes y que no corriges.
|
![]()
|
|
|
| .
.
La reiteración de los sucesos que demuestran el decrecimiento de posibilidades de confianza en la gente, lleva a uno a reflexionar sobre si la humanidad tiene que dejar a un lado la magnanimidad de corazón.
Ø Si un compañero, realmente necesitado te solicita ayuda, no se la niegues. ØSé generoso con el trabajador nuevo que necesita de tus conocimientos. ØLos secretos que te confiere tu cliente, debes guardarlos y nunca compartirlos con otros clientes. ØJamás asegures haber realizado un trabajo que no has realizado.
|
![]()
|
|
|
| .
El reto del valor
Por donde uno pasa, observa que hay un transfondo de valores religiosos, económicos, sociales, humanos, en los mismos actos inadecuados, ilegales, inhumanos o no éticos.Por ejemplo: La literatura de reciente moda está plagada de citas en donde los sicarios oran a la Santísima Virgen para que les ayude a la efectividad en su práctica criminal. La búsqueda del dinero fácil se hace con el propósito filial de mejorar las condiciones de vida de la madre o de la familia. El respeto por los dueños del dinero o por el mandato del jefe, está presente en el pacto social de lealtades establecido tácitamente en el grupo delincuencial. La guarda del secreto profesional, es exigido en extremo. Generalmente, se escogen las camadas de seguidores de entre personas que sobresalen por características de seriedad, iniciativa, valentía, capacidad de riesgo, aptitudes, destrezas inscritas en valores humanos. El respeto por la ley está presente en la medida en que es útil para la conservación o para evitar el riesgo de pérdida en el negocio, o como simple fachada. El respeto por la palabra dada, por el cumplimiento de la entrega en el plazo comprometido, por el pago a tiempo de lo debido, es eje de estas relaciones. En fin, se puede inferir que los valores de esta sociedad no se han perdido, perviven en el transfondo y son utilizados para garantizar el éxito de la gestión emergente, cultura que ha sido abrazada por amplios sectores de la sociedad en todos sus estratos, casi sin remordimientos de conciencia. Este es el punto de partida de la regeneración de los valores: Descontaminar los auténticos valores, del aprovechamiento que se hace para otras causas y resembrarlos en la mente y en los corazones de las jóvenes generaciones. Tendrán que pasar por los menos tres de ellas para que esa revalorización pueda volverse a notar como mayoritaria en esta sociedad contaminable, contaminada y contaminante. Pero se puede. Comprometámonos, nuevamente, a trabajar los valores con mayor ahínco en los hogares, en los colegios, en las iglesias, en las empresas. Ese es el reto del valor.
Ø Te has puesto a pensar porqué te estás quedando tan solo en tu vida? Ø¿Has fomentado alguna vez la corrupción de un servidor público? Ø¿Te has convertido en cómplice de tu compañero de trabajo en los desfalcos en tiempo y bienes a la empresa? Ø ¿Eres de los que crees que nada tienes que ver con la violencia en tu ciudad?
|
![]()
|
|
|
| .
Un excelente negocio
ØHay quienes pretenden presentar como problema comunitario, su problema personal. ØHay quienes fingen ser víctimas para aprovecharse de las ayudas destinadas a los que realmente han sufrido. Ø Hay quienes pretenden pasar por encima de todos, con tal de satisfacer sus deseos. ØHay quienes creen que, por mantener buenas relaciones humanas, todo, hasta el irrespeto, lo tienen que tolerar.
|
![]()
|
|
|
| .
Un pésimo negocio
No. No vamos a cambiar el mundo. Pero que estamos convencidos de que muchos empresarios enderezarán sus comportamientos con nuestros mensajes, lo estamos.
ØEn tu trabajo, obra como si estuvieras aún en período de prueba. ØHay quienes, con su actitud, hacen del trabajo un infierno. ØAdministrador: ¿Cuántos de tus orientados están aburridos en su trabajo por tus falsas promesas, por tus mentiras, por tu falta de humanismo, por tu deslealtad? ØSi tu amigo no piensa como tú en materia política, económica o religiosa ¿qué importa? Es tu amigo.
|
![]()
|
|
|
| .
Deber administrativo
BUENAS MANERAS
|
![]()
|
|
|
| .
Indulgencias con padrenuestros ajenos
Afortunadamente, las empresas públicas o del Estado han adoptado procesos administrativos que desde mucho tiempo atrás ya estaban arraigados en el sector privado.
BUENAS MANERAS
|
![]()
|
|
|
| .
Acrisolar en la reflexión
REFLEXIONES
|
![]()
|
|
|
| .
Como felicidad colectiva anhelada
REFLEXIONES
|
![]()
|
|
|
| .
Es nuestra esperanza
Cuando una sociedad pasa por etapas difíciles de convivencia y va dejando jirones de su corazón con cada crimen, con cada iniquidad, con cada demostración de la incapacidad de sus autoridades para aplicar la pronta y cumplida justicia, las comunidades se van acostumbrando a aceptarlo, pierden su capacidad de asombro y terminan, como sus mismas autoridades, viendo que el delito es un mal necesario instalado en su vivencia diaria.
REFLEXIONES
|
![]()
|
|
|
| .
¿Hay gritos inútilmente repetidos?
Para nadie es un secreto que las ciudades van siendo cada vez más inseguras y por tanto ingobernables, a pesar de lo que digan sus autoridades, las que, en su mayoría, siempre estarán tratando de ocultar los hechos o de echar la culpa a otras, por el desprestigio que significa para ellas las masacres, los crímenes, los accidentes vehiculares, las tragedias anunciadas en su jurisdicción.
REFLEXIONES
|
![]()
|
|
|
| (2)
¿Gobernantes de ciudades modernas o de pueblos crecidos?
Es posible que se nos diga que somos apátridas porque, desde el punto de vista de la ética pública, denunciamos el mal gobierno que vienen sufriendo muchas de nuestras ciudades, algunas de ellas con grandes avances económicos y tecnológicos.
REFLEXIONES
|
![]()
|
|
|
| .
Página de la vida
Aquel viejo maestro, sentado en su también vieja silla mecedora, leía las páginas del diario y halló en él bases para un contraste de valor que, por una parte, le hizo pensar de nuevo que sigue existiendo gente de bien cuya conducta es admirable, en el servicio público.
REFLEXIONES |