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Año
VII. No. 301 Febrero 17 de 2003. Circulación gratuita semanal
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VIDA Y PAZ(1)
Son una
Así quiero pensar que
es la paz: Como si fuera la vida misma. Porque, entenderla así,
ejerce la fuerza suficiente de atracción que permitirá
ordenar lo desordenado en función de ella misma. Normalmente, se
ama la vida, se lucha por la vida, amamos a otro por la vida. Con paz
hay vida. En la vuelta de la esquina, perdura la vida cuando hay paz.
En el hogar la vida va emergiendo cuando hay paz. En la ciudad la paz
extiende la vida.
Vida y paz son una.
Los estudiosos de la violencia urbana señalan el gran desapego
que las nuevas generaciones tienen de la vida. Es así, pero
aceptarlo no es contradictorio con nuestro principio: vida y paz son
una.
El concepto de vida sería lo discrepante. Para nosotros, la vida
tiene el profundo significado de la energía dada que se
convierte en nuestro propio ser, en dimensión real, con el deber
de conservarla y desarrollarla (de la manera como lo concebimos dentro
de nuestra propia cultura, en la que interactuamos, en la que damos y
recibimos elementos esenciales a nuestro ser) con una
apropiación personal nuestra y de otros. Y con la
convicción de que es preciso retornar esa energía
recibida, transformada. La vida, por consiguiente, tiene la
dimensión de una propiedad recíproca individual y
colectiva, tan intensa y amplia como sea nuestra ansia de vivir, porque
nos pertenecemos y porque pertenecemos a otros, a los que amamos y nos
aman.
Este sentido de pertenencia, que trasciende al ser individual, es el
que, a su vez, se apropia de las actividades necesarias para la
convivencia humana. Mientras tal apropiación exista, hay
interés vital. La suma de los intereses por la vida individual y
por la vida de todos, es lo que constituye la paz.
Paz y vida son una.
BUENAS MANERAS
Ø
Si tienes información que pueda evitar un desastre, un
acto criminal en la empresa, tienes el deber de darla a tus superiores.
El silencio te convierte en cómplice. Lo llevarás en tu
conciencia.
Ø¿Cómo
puedes enseñar honradez en tu cátedra y te robas la
propiedad intelectual de los otros?
TRES PREGUNTAS:
ؿNO
ES, ACASO, COMPLICE EL SILENCIO INTERNACIONAL DE ONGs CUANDO SE MASACRA
LA POBLACION CIVIL?
ؿSON
PAISES AMIGOS LOS QUE EN DIPLOMACIA ALARDEAN DE SU AFECTO POR NUESTRA
PATRIA, PERO ACOGEN LAS FINANZAS DE TERRORISTAS QUE NOS DESTRUYEN COMO
PAIS, COMO NACION Y COMO PUEBLO?
ؿY,
A QUIEN LE VA A DOLER ESTA PATRIA SI NO TE DUELE A TI?
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Año VII. No. 302 Febrero 24 de 2003.
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VIDA
Y PAZ(2)
La de
ellos, la de todos.
El sentido de
apropiación de la vida, entendido como que nuestra vida nos
pertenece y pertenece a otros, a los que nos aman y a los que amamos,
no se iguala en modo alguno al sentido de tener, sino que contiene
absolutamente implícito y explícito el de ser. Soy
energía vital compartida, socializada. Soy barro de tu mismo
barro resurgente. Soy sombra y luz de tu amor y de mi amor. Soy
vosotros en mí y yo en vosotros.
Es aquí, en el concepto de tener, en donde los valores de
nuestra cultura andan perfectamente desencuadernados, porque, entre
nosotros, quien no tiene, no vale. Quien no vale, no es. Quien no es,
carece de motivación para vivir. Quien carece de
motivación para vivir, no tiene paz. Quien no tiene paz, no
puede ser pacífico. Quien no puede ser pacifico, destruye la
vida, hasta su propia vida.
Si lográramos, con nuestro esfuerzo, con nuestra
convicción, con la potencia de nuestro liderazgo, con la fuerza
de nuestra pluma, introducir un cambio en el enunciado, las
consecuencias serían bien diferentes. Mirémoslo: Quien no
tiene, aunque no tenga, vale. Quien vale, es. Quien es, tiene
motivación para vivir. Quien tiene motivación para vivir,
tiene paz. Quien tiene paz es pacífico. Quien es pacífico
ama la vida, hasta su propia vida.
Podríamos decir entonces, que el exagerado peso que se le da al
valor de tener en nuestra cultura, por encima del valor de ser, es una
causa suficiente de la extensión de la falta de paz y de vida,
que son una.
Un ejemplo de ello son los millones de latinoamericanos que viven en
pobreza absoluta. No caben en las ciudades, se hacinan en la miseria.
Los que tienen se amurallan. Los que no, se acordonan. Las ciudades no
empieza sus obras allí donde ellos se guarecen, de la periferia
al centro, como lo exigiría una elemental justicia distributiva,
por el contrario, las obras empiezan del centro a la periferia. Se
mejora lo mejorado, los que tienen acumulan más, la brecha es
más grande, porque las ciudades no están humanizando la
vida de los pobres y en consecuencia no se humaniza la vida de todos
los que estamos en alguno de los puntos del continuo.
Al no humanizarse la vida de la mayoría de las gentes, la paz
está herida de muerte y por allí se escapa la vida.
La de ellos, la todos. Porque vida y paz son una.
BUENAS MANERAS
Ø
Cuando estés haciendo el aseo en oficinas,
concéntrate en tu trabajo. Ni las conversaciones, ni los papeles
de los escritorios, deben distraer tu atención. Estarías
violando la confianza que se te ha dado.
ØCuando
se pierde la confianza es muy difícil recuperarla.
ØCuando
alguien te llame por teléfono, ten la elegancia de devolver la
llamada o haz que tu secretaria se cerciore de los deseos y motivos que
tuvo la persona para llamarte.
ØSiempre
debes llegar con anticipación a tu puesto de trabajo.
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Año VII. No. 303 Marzo 3 de 2003.
Circulación gratuita semanal vía e-mail, fax e internet.
VIDA
Y PAZ(3)
Dar
valor al ser y hacer que el ser se autovalore.
Cuando la ciudad
empieza a humanizar la vida de los que tienen menores oportunidades,
las tensiones ceden, las estadísticas de violencia descienden,
la vida tiene sentido, la paz se asoma a los poros y se contagia por
ósmosis. Porque cuando la ciudad humaniza la vida de los pobres,
tiene en cuenta el ser, el valor del ser, y cuando el ser es valorado,
cobra fuerza por el concepto de vida.
No puede deducirse de aquí que la pobreza sea causa de falta de
paz. Mejor, dedúzcase que el no dársele valor a los que
poseen poco o nada, es una causa suficiente para la falta de paz, para
la falta de vida.
Cuando decimos “la ciudad” hacemos, referencia no a los
gobernantes solamente, también al ciudadano, al habitante de la
ciudad, a todos. Estamos hablando de reconocimiento y valoración
del ser, por los otros y por sí mismo. Cuando esto se hace, la
ciudad lucha por reducir el nivel de necesidades básicas
insatisfechas, por mejorar la calidad de vida, por elevar los
índices del bienestar optimizando la educación, la salud,
las fuentes de trabajo, el hábitat, la recreación.
En esta dirección debería enrutarse el trabajo por la
paz, por la vida, de los organismos solidarios. Que paz y vida son: Dar
valor al ser y hacer que el ser se autovalore. Este trabajo puede
hacerse en las varias actividades de cada uno de los miembros
comprometidos en la multiplicación de este mensaje por la vida y
por la paz. Porque vida y paz son una.
No es un mensaje nuevo. Es el cumplimiento del compromiso del servicio
en una avanzada fe en sí mismo, en su ser y en los otros seres,
valorados, autovalorados por lo que son, no por lo que tienen.
Porque vida y paz son una.
BUENAS MANERAS
Ø
Cuando pienses en desquitarte de una ofensa o
atropello que recibiste de un compañero o de un superior,
recuerda que si empiezas la cadena, tu grupo, tu empresa, se destruye.
ØLa
autoridad no puede volverte petulante, engreído, misterioso ni,
menos. insensible.
ØRecuerda
que la autoridad es un servicio de orientación a otros.
ØEl
liderazgo situacional te exige que tengas una red intensa de
comunicación con cada miembro de tu equipo.
ØAunque
tu corazón se desgarre de tristeza, no puedes cohonestar el
delito de tu amigo.
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Año VII. No. 304 Marzo 10 de
2003. Circulación gratuita semanal vía e-mail, fax e
internet.
DOMINIO DE SI MISMO.
Para
una convivencia grupal más humanizada.
La
capacidad para controlar las propias acciones y emociones y dirigirlas
a metas deseadas, es lo que se ha llamado el dominio de sí
mismo.
Hay quienes dicen que la madurez es el dominio perfecto y absoluto de
la razón sobre el sentimiento y sobre los actos. Mientras otros
aducen que el dominio de sí mismo es contrario a la naturaleza
humana.
Nosotros sostenemos que el dominio de sí mismo, definitivamente
es una etapa superior de la formación humanizada de una persona,
que no concluye.
Si bien, en la medida en que se desarrolla nuestra personalidad, vamos
observando que la razón es fundamental en las decisiones y
acciones que realizamos, también hemos comprendido que la
manifestación de los sentimientos y de las actitudes ordenadoras
y protectoras, pueden ser perfectamente compatibles con ese desarrollo.
Es precisamente la razón, en este mayor nivel de crecimiento, la
que nos induce a la manifestación oportuna de nuestros
sentimientos, a permitir la aparición de nuestras emociones, a
producir acciones de control y de protección para otros en las
circunstancias requeridas.
Así hay que entender el dominio de sí mismo, no como el
frío cálculo que endurece la mente y el corazón
del hombre, sino como la razón que es capaz de poner al servicio
de nuestros sueños, de nuestros ideales, de nuestros objetivos y
de nuestras metas, los pensamientos, acciones, reacciones,
sentimientos, con la suavidad o el rigor que el momento reclame.
Ese dominio de sí mismo es capaz de orientarnos en el
aquí y en el ahora, para pensar, desear, decir o hacer aquello
que es conveniente para nosotros mismos o para otros y que no perjudica
a nadie en equidad, en verdad y en justicia.
Nuestras relaciones requieren inmensamente de este valor para una
convivencia grupal más humanizada.
BUENAS MANERAS
Ø
Como administrador tienes que dar
oportunidades a tus colaboradores cuando cometan errores, pero no
puedes excederte en ello porque atentarías contra la eficacia de
tu grupo de trabajo.
ØTienes
que entender, y hacer entender el control como una ayuda para conseguir
los objetivos. De esta manera el control se recibirá con
entusiasmo.
ØComo
administrador puedes ofuscarte, puedes molestarte con la lentitud en
los procesos, pero no puedes gritar, ni ofender, ni lastimar a los
demás.
ØEl
liderazgo situacional te exige que hagas reconocimientos oportunos de
los éxitos alcanzados con tu grupo.
ØHay
tanta gente tan buena en nuestras empresas pero que se deja llevar por
los vicios. ¿Cómo vas a ayudarles?
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Año VII. No. 305 Marzo 17 de
2003. Circulación gratuita semanal vía e-mail, fax e
internet.
LA CONCIENCIA LABORAL.
La conciencia es el núcleo de pensamiento que rige
nuestra vida.
A
manera de voces interiores, hay algo dentro de nosotros que nos dice si
debemos obrar de una u otra manera. Esas voces, se han dado en llamar,
la conciencia.
La conciencia se va formando en nosotros a medida que crecemos en
nuestro desarrollo.
Los mandatos internos que como seres humanos recibimos; las
enseñanzas que nos dan nuestros mayores, por comunicación
oral o por actitudes; lo aprendido de la vida con nuestras
experiencias, van tejiendo nuestra ideología o forma como, desde
nuestro punto de vista, captamos la realidad y nos acercamos e imbuimos
en ella.
Y aprendemos a considerar qué es para nosotros bueno y
qué no lo es, en la relación que establecemos entre
nuestras conveniencias y quereres y las normas, usos y costumbres de la
cultura grupal a la cual pertenecemos.
Pero nuestra conciencia se nutre, además, de los criterios
nacidos de nuestra propia reflexión de la vida. Este aporte es
tan importante o mayor que lo aprendido de la vida. La reflexión
nos permite interiorizar estructuras de comportamientos pensadas y
decididas por nosotros mismos y, aún, cuestionar lo recibido de
los mayores, para así conformar el núcleo de pensamiento
que regirá nuestra vida:
En el trabajo, los compañeros, los superiores, la empresa,
poseen un bagaje de normas, políticas, creencias que, al
ingresar a ella, empezamos a asimilar, a confrontar con nuestros
propios patrones de conducta. Nuestra conciencia laboral desarrolla,
entonces, un modelo interno de comportamiento que nos instruye y alerta
en relación con nuestro obrar.
Hay en nosotros algo que nos dice con claridad qué hacemos bien
o qué hacemos mal como trabajadores, es nuestra conciencia
laboral.
BUENAS MANERAS
Ø
Después de una
discusión con tu compañero de trabajo, con tu jefe o con
tu colaborador, estrecha su mano, es señal de generosidad.
ØNo
obligues a otro a hacer jugadas sucias a sus compañeros de
trabajo, eso se volverá contra ti.
ØQuien
bebe en exceso, atenta contra su salud, su trabajo, su familia.
ØSe
entusiasta en el aplauso a quien se lo merece y muy parco cuando tengas
que referirte a los defectos de los demás.
ØCumple
tus compromisos a tiempo. Cuando te citen a una reunión, llega
puntual, no te hagas esperar. Es cuestión de disciplina,
responsabilidad y respeto por los demás.
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Año VII. No. 306 Marzo 24 de
2003. Circulación gratuita semanal vía e-mail, fax e
internet.
DEMOCRACIA COOPERATIVA.
Por el respeto de los principios cooperativos.
Uno
de los principios cooperativos que más arraigado se encuentra en
el sector solidario, es el de la democracia.
Siempre se ha dicho que los contenidos básicos del concepto son
autoridad y pueblo.
En el pueblo, en el común, reside la autoridad.
Sin embargo uno observa cómo en algunas cooperativas se va
deteriorando este hermoso principio clásico, entre los
clásicos:
Impedir o tratar de impedir por parte de quien dirige la asamblea o por
parte de cualquier participante, el uso de la palabra al asociado
activo debidamente acreditado y ajustado a los reglamentos de la misma,
es una actitud no democrática.
Desactivar los micrófonos cuando un asociado respetuoso presenta
cuestionamientos a la administración, es una actitud no
democrática.
Forzar las decisiones con un acelerado: “Se abre la
discusión, continua la discusión, anuncio que va a
cerrarse, queda cerrada. Aprueba la honorable asamblea…”,
sin dar tiempo a que las personas que tienen opiniones diferentes las
expresen, es una actitud no democrática.
A veces también se observan desesperados esfuerzos de los
Consejos de Administración por acabar rápidamente las
asambleas, debido al afán de sus prestantes miembros, porque no
la asumen como el espacio más importante de la
intervención democrática, donde el Consejo de
Administración, la Junta de Vigilancia, el Gerente, la
administración, en forma paciente, amable, compresiva,
tolerante, puedan dar explicaciones, orientar, responder inquietudes,
iniciativas y quejas generalizadas de los asociados y obtener de
éstos, con elegancia, pulcritud y honestidad, la
aprobación de sus informes, estados financieros y proposiciones.
Actitudes contrarias a la democracia ningún bien le hacen al
movimiento cooperativo, sino que contribuyen a distanciar a los
asociados que a veces también son proveedores y clientes.
Más aún cuando estos asociados tienen bajos niveles de
educación.
Estas actitudes antidemocráticas se pagan tarde que temprano,
sobre todo en los momentos de crisis institucional.
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Derechos
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Año VII. No. 307 Marzo 31 de
2003. Circulación gratuita semanal vía e-mail, fax e
internet.
LA DIGNIDAD DEL SER.
El trabajador debe amarse y amar su dignidad.
El ser humano es un ser integral.
Hay quienes han pretendido hacer divisiones de ese ser, colocando de un
lado la materia, de otro lado el espíritu y de otro la mente.
Para la ética civil, el ser humano es un ser integral.
Una sola e indivisible su totalidad. Ahí estriba su dignidad.
El hombre que trabaja debe rendir culto a su ser, lo que significa
entenderle como una unidad, y tenerle respuestas de crecimiento y
desarrollo integral.
Esta concepción digna del ser humano, exige que el trabajador
equilibre los elementos constitutivos de su personalidad, como son los
factores físicos, los síquicos y los sociales.
Esta exigencia, demanda un cuerpo sano, libre de aquellos vicios que
causen efectos nocivos en la estructura física del hombre. Por
esta razón deberá usar, que no abusar, de los elementos
que han sido creados para su goce y placer, en la medida en que no
cause perjuicios a este componente de su individualidad.
Demanda una mente sana, íntimamente relacionada con un cuerpo
sano, libre de enfermedades mentales, de prejuicios, de odios, de
rencores, de envidias malsanas, de deseos de venganza, de apetitos
desordenados de poder, de riqueza y de grandeza.
Demanda una interacción social de doble vía, apoyadora,
facilitadora del crecimiento personal, restauradora de energías
a base de afecto y comprensión, presente en las soledades y
alegrías del vivir, en las dificultades y satisfacciones del
crecer, en las dolencias y el goce de la salud.
El trabajador debe cultivar su ser integral; amarse a sí mismo y
a su dignidad. Esta es la medida de la capacidad de amar a otros.
BUENAS MANERAS
Ø
La amabilidad ayuda a
suavizar las duras dificultades del vivir.
ØCuando crees que el trabajo es un
castigo, admites el mal trato, la esclavitud y el comercio de seres
humanos.
ØCuando entiendes el trabajo como un
medio noble para el desarrollo personal, asumes una actitud de
contribución a la realización de los demás.
ؿHas preguntado alguna vez a tus
trabajadores cuál es su mayor éxito en su vida y
cuál es su sueño? ¡Vamos! Pregúntale.
ؿDe que te sirven todas tus
riquezas si no puedes disfrutarlas?
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Año VII. No.
308 Abril 7 de 2003. Circulación gratuita semanal vía
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HEROE…HEROE....
El trabajador debe amarse y amar su dignidad.
Página de la vida…
(A la memoria de Iván Saldarriaga G.)
Fue declarado héroe. Era un joven maestro
de escuela por vocación. Había salido del seminario.
Tenía dificultades en su oído derecho, por el que no
escuchaba bien.
Pero el quería servir y se entregó con pasión a la
tarea dulce pero paciente de enseñar a leer y a escribir a los
niños de la aldea.
A veces tenía que hacerse repetir lo que le decían y el
agridulce y cruel sentido de los niños le impuso el sobrenombre
de «Sordito». Había afecto en la expresión;
él la toleraba, mas le dolía.
Un día viajaba del pueblo a la ciudad. El bus venía lleno
de pasajeros. Después de una jornada de varias horas, se detuvo
en la fonda para que desayunaran. Casi todos se bajaron, pero muchos
padres dejaron a sus hijos en el bus, para traerles luego el alimento.
Nadie presagiaba la tragedia.
El bus se incendió, largas lenguas de fuego empezaron a
devorarlo.
El maestro se precipitó al interior del bus y como pudo
empezó a sacar los niños. De pronto, el fuego le
envolvió y un grito de dolor se oyó entre el crujido de
las llamas.
En el intento final de salvar al último niño,
había desfallecido.
Una marcha triste acompañaba lo que había quedado de los
despojos mortales del maestro. Los niños de la escuela,
cabizbajos lloraban su dolor. Y una vocecilla empezó a gritar:
“Héroe...Héroe...”. Y las demás voces
infantiles corearon incansables: “Héroe... Héroe...
Sordito, eres un héroe. Héroe... Héroe... Sordito,
eres un héroe”.
¿De qué fibra está hecho el corazón del
hombre que da su vida por la vida de su hermano? No puede ser de la
misma fibra de la que está hecho el de aquel que se la arrebata
o la secuestra. ¿Cierto?
BUENAS
MANERAS
Ø
Si has dispuesto
que darás prelación en las filas a los ancianos, a las
embarazadas o a las madres, coloca varios carteles anunciándolo,
los clientes te agradecerán y comprenderán.
ØNo dejes que tus amigos te influencien
para que les des prelación en las filas. Para los demás,
es demasiado molesto este tráfico de influencias.
ØCuando tengas que hacer fila,
revístete de paciencia, quien está delante de ti tiene
todo el derecho de ser atendido durante el tiempo que sea necesario
para ello.
ØNo empieces a dar cabida en la fila a
todo el que te lo solicite, los que están detrás de ti
merecen respeto.
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Año VII. No.
309 Abril 14 de 2003. Circulación gratuita semanal vía
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LO QUE ENSEÑA LA GUERRA.
¡Pobre humanidad!…
1. La guerra es el punto más alto de
la degeneración del natural humano.
A estas alturas, la humanidad ya debería haber encontrado una
forma civilizada de resolver todos, absolutamente todos sus conflictos.
Tal como se ve, la lucha por el dominio de las ideas, de la
religión, de la economía, del poder está por
encima del culto a la libertad y a la vida.
Y en nombre de la libertad y de la vida, se busca subyugar a los
pueblos, destruir su hábitat, asesinar a los que difieren,
arrasar sus poblaciones y expulsar de ellas a quienes no tienen otro
pecado distinto al de amar el lugar donde han nacido, crecido y vivido.
Los conductores de ambos lados de la contienda, invocan para su
asistencia a su dios, un dios títere para ellos, porque no
reconocen al Dios universal, al Dios que no está al servicio de
despropósitos humanos -así se encuentren muchas razones
justificables para tales despropósitos-, al Dios que no cabe por
su pluralidad en una estructura individualista religiosa ni
política ni ideológica, al Dios que enraíza en la
conciencia humana y florece en el esplendor de las libertades de los
hombres.
Ni sangre, ni dolor, ni orfandad, ni viudez conmueven a pueblos, cuando
esos mismos pueblos se alinean bajo el manto protector de quienes
agitan los estandartes de un dios. Entonces, quienes debían ser
hermanos por el natural humano se enfrentan, se masacran, se derrotan,
se vilipendian, se humillan y sus voces suben…pero sus voces
resultan ser cánticos de alabanza a dioses de la guerra que solo
escuchan y se solazan con el fragor fratricida humano.
¡Pobre humanidad que no ha encontrado ni a su Dios universal, ni
su modelo o forma de dirimir los conflictos humanos sin depravarse,
degradarse o degenerarse!
BUENAS
MANERAS
Ø
Valora lo que
tienes, lo que te pertenece. Tu familia, tu trabajo, tus posesiones, tu
salud, tu alegría. ¿Cuántos no anhelarán
tener lo que tú tienes?
ØObserva a tu alrededor
y aunque parezca más verde el prado de tu vecino, no lo
envidies, trabaja para mejorar el tuyo.
ØMira cuán
necios somos, que a veces, hasta las esmeraldas que aparecen en nuestro
camino, las desechamos de un puntapié, porque no sabemos
distinguirlas.
ØHay compañeros
de trabajo que son como piedras preciosas, pero nuestro egoísmo
o nuestra vanidad, no nos dejan valorarlos y aprovecharlos.
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Año VII. No.
310 Abril 21 de 2003. Circulación gratuita semanal vía
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LA ETICA COMO SABER.
Prudencial y
falible…
Aristóteles dividía el
conocimiento en tres grandes áreas:
El área del conocimiento teórico, un conocimiento que no
transforma la realidad, sólo la “contempla”: Yo
puedo conocer la superficie de un cuadrado, pero ese conocimiento no
transforma el cuadrado. Yo puedo conocer una obra de Botero, la
contemplo, la analizo, la critico, pero ese conocimiento no transforma
el Botero.
El área del conocimiento técnico-productivo, transforma
la realidad, hay obra externa: Yo conozco del hierro y he estudiado las
formas de hacerle maleable, aplico este conocimiento a una varilla y la
transformo en una herradura. Mi conocimiento aplicado produce una obra
externa.
El área del conocimiento prudencial es ese que transforma al
mismo sujeto que conoce: Yo conozco el valor de la lealtad; sé
que hablar mal de los ausentes no es adecuado, y si alguien trata de
hablar mal de una persona que acaba de retirarse, yo la invito a que no
hablemos de ella mientras no esté presente. Ese comportamiento
prudente me transforma, enriquece mi sentido de lealtad, me hace
crecer.
En esta área del conocimiento prudencial está ubicada la
ética, como saber.
Porque la ética es eso, un saber prudencial, que con su
habitualidad contribuye a que las grandes o pequeñas decisiones
de mi cotidianidad busquen claros fines, a través de
comportamientos, adecuados a un imperativo universal que hay en
mí como espécimen perteneciente al género humano,
como lo explica Adela Cortina y en cuya constante práctica me
engrandezco.
Un saber que también es falible, es decir que en el momento de
decidir sobre una acción, un deseo, un decir, un pensar, puedo
equivocarme.
BUENAS
MANERAS
Ø
Aunque
te hayas equivocado, muchas veces, aunque sientas que tus errores te
están conduciendo por un despeñadero, no vaciles en
reconocerlos, aceptarlos y cambiar de comportamiento. Saldrás.
ØAférrate a tus
fortalezas para vencer tus debilidades.
ØEn los momentos de
dificultad, es tu familia el apoyo generoso que te ayudará a
salir adelante.
ØBusca dentro de ti los
valores que han orientado tu vida, para que ellos sigan guiando tus
acciones en tus nuevos proyectos.
ØSe fuerte en tus
tribulaciones
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Año VII. No.
311 Abril 28 de 2003. Circulación gratuita semanal vía
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FANEGAS DE DIAMANTES.
Un mensaje para cambiar
con rumbo…
Volver a leer FANEGAS DE DIAMANTES de Jeff
Merchand, es refrescar la mente y retornar con el recuerdo a nuestros
primeros puestos de trabajo.
Aún jóvenes, sin mayor información acerca de
cómo triunfar en la vida, pero con unos deseos inmensos de
construir el futuro para uno, para su familia, para su
generación, lecturas como esta resultaron ser el faro luminoso
que empezó a guiarnos en ese mundo maravilloso, solidario y
gratificante del trabajo.
“Honestidad
= Triunfo. Deshonestidad = Fracaso”, fue la frase impactante
de combate.
“La
mayoría de los empleados viven tan ocupados, hablando de sus
resentimientos, que no tienen tiempo para preocuparse por su
futuro”. Quejas, amarguras, envidias, ambiciones, en vez de
agradecer lo que se tiene y luchar con actividad, diligencia y voluntad
por mejorarlo, solo conducen al desaliento y a la ceguera frente al
reto del porvenir.
“Si
no vemos las oportunidades que hay en todo trabajo, no es porque no las
tenga: Es porque no sabemos verlas”. Mientras estamos
creyendo que el trabajo del otro es el mejor, el más
fácil, el más retributivo, nuestro trabajo se rutiniza,
se llena de aburrición y no lo vemos con la ansiedad con la que
lo veíamos cuando no lo teníamos. En el mundo de las
oportunidades sólo pueden triunfar quienes son capaces de
identificarlas y de aprovecharse de ellas.
“¿Por
qué he de matarme por la Compañía? ¿Por
qué he de hacer más trabajo del que me pagan? ¿Por
qué he de procurar obtener beneficios, si la empresa no es
mía? ¿Por qué he cumplir yo, si muchos no
cumplen?”. Cuando este test nos impactó por su real
crudeza y certeza, entendimos que hay siempre que dar más de lo
que se espera recibir, que son nuestras actitudes hacia la vida, hacia
la empresa, hacia los demás, las que hacen que la vida, la
empresa y los demás nos retribuyan. De la generosidad de nuestra
entrega depende nuestro éxito, porque toda “acción
causa una reacción”.
“Los
hombres somos arquitectos de nuestro destino”. Fue como un
rayo en la profunda oscuridad que deslumbró y marcó esa
ansia de realización, de trascendencia, para que a partir del
sencillo trabajo poseído empezáramos a construir el
andamiaje que fundamentó nuestro existir.
Hay fanegas de diamantes en nuestras vidas, en nuestros trabajos, en
nuestras familias, en nuestros amigos, que no vemos, que no descubrimos
por estar anhelando, deseando, envidiando el “pasto verde del
vecino”, cuando el nuestro puede ser mejor o mejorado.
BUENAS
MANERAS
Ø
Si observas que un compañero es deshonesto con su familia, no
puedes esperar que sea honesto contigo.
ØSi tu amigo habla mal
de aquel que fue su amigo, ¿qué no hablará de ti,
cuando deje de serlo?
ØEl chisme y el rumor
se solazan en las empresas cuyos administradores le temen a la
comunicación cara a cara.
ØCuando tengas que
corregir a un colaborador tuyo, no empieces con lisonjas, para luego
comentarle sobre el error que quieres subsanar. Utiliza la verdad
serena.
ØLa verdad serena te
hace ser claro con tu colaborador en sus debilidades y fortalezas, con
el afán de ayudarle.
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Año VII. No.
312 Mayo 5 de 2003. Circulación gratuita semanal vía
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UNA CARTA A GARCIA.
Para llenarse de
creatividad...
Una Carta a García de Elbert Hubbard, fue
otro de los grandes escritos que contribuyeron a nuestra
formación empresarial.
"McKinley
da a Rowan una carta para que la lleve a García. Rowan toma la
carta y no pregunta: ¿En dónde podré encontrarlo?
¡Por Dios vivo!, que aquí hay un hombre cuya estatua
debería ser vaciada en bronces eternos.”
Las jóvenes empresarios de hoy deben alimentar sus esperanzas en
las grandes posibilidades que les ofrece su capacidad creativa, su
iniciativa personal, más que nunca enriquecida con el mayor
conocimiento y la facilidad de obtenerlo.
Las formadores tienen que insistir en forjar hombres y mujeres, con
mentalidad empresarial, capaces de llevar “la carta a
García”, es decir capaces de acción
independiente, llena de voluntad, que no se frena en las primeras
barreras encontradas y que están conscientes de que del
beneficio común derivan su propio beneficio.
“El
mundo confiere su mejores premios tanto en honores como en dinero, a
una sola cosa: a la iniciativa”.
Ese don, insuficientemente desarrollado, insuficientemente aprovechado
por algunos empresarios, frenado conscientemente, muchas veces por los
miedos del superior que ve amenazante a quien desarrolla su capacidad
de hacer las cosas bien, sin necesidad de mucha orientación ni
de supervisión, ese don hay que revitalizarlo en las
jóvenes generaciones creando oportunidades y reconocimientos
generosos al aporte creativo en las empresas.
A ese trabajador, hombre o mujer, que es capaz de ir más
allá de lo que le ordena la descripción de su puesto de
trabajo, que teje, conjuntamente con su iniciativa, sus aspiraciones y
su afán de servicio, que sabe que su obra trasciende y que puede
hacer fácil las decisiones de sus superiores con su aporte
sincero, honesto y efectivo, y que contribuye, así, al
crecimiento mutuo como personas y al de la organización como
empresa, a ese trabajador hay que levantarle un “bronce
eterno”.
“Descuido
culpable, trabajo a medio hacer, desgreño, indiferencia, parecen
ser la regla general”.
Después de muchos años en algunas empresas de hoy, esta
podía ser, aún, su radiografía, porque ni
enseñan ni desarrollan ni exigen ni estimulan la habilidad
creativa de sus trabajadores, y, a su vez, éstos se reconcentran
en las migajas que les ofrece su falta o su desinterés en
desarrollar su iniciativa.
BUENAS
MANERAS
Ø
Cuando te ofusques sin razón, no vaciles en pedir perdón
a quien así ofendiste.
ØLo que haces mal, por
oculto que parezca, siempre te causará sinsabores.
ØSi participas de un
grupo, no fomentes los subgrupos que aíslan a los demás
miembros.
ØEl liderazgo
empresarial tiene que ser cada días más participativo y
menos autoritario.
ØHay quienes, por
esnobismo o por vergüenza, ponen nombres rimbombantes a sus
oficios: “Asistente de logística”, al cargo de
servicios generales de aseo. “Asistente de
información” al cargo de secretaría.
“Asistente de correspondencia” al cargo de
mensajería. Como si el hábito hiciera al monje.
ØEn las empresas hay
hombres y mujeres que durante mucho tiempo han servido con lealtad y
honestidad. Desde el punto de vista del negocio, nada adeuda a ellos la
empresa porque les ha pagado sus servicios cumplida y oportunamente.
Pero desde el punto de vista humano, el empresario tiene que reconocer
esa entrega generosa y dedicada.
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Año VII. No.
313 Mayo 12 de 2003. Circulación gratuita semanal vía
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PERDONA Y CREE EN TI.
Cuando hiera tu alma la
ponzoña de la murmuración y de la envida…
Recibimos de ERIKA TERESA DUQUE BEDOYA la
siguiente carta “... lo que me dejó como pensativa fue el
mensaje de la semana que trae una solución tan trivial y con
falta de profundidad: Cuando hiera tu alma la ponzoña de la
murmuración y de la envidia... Cree en ti. (hsa) Sinceramente me
decepciona porque creí que iba a decir algo así como: no
sigas el ejemplo, perdona y continúa tranquilo pero eso de "Cree
en Ti" suena egoísta y facilista (y si la persona que debe creer
en si misma es mas venenosa que las que tiene a su alrededor
entonces????).
La reflexión es valiosísima. Cuando se habla de
ponzoña de la murmuración y de la envidia, a pesar de la
frase tan corta, se puede deducir que ellas son injustas, perversas. Y
hay personas muy buenas, que frente a tales murmuraciones decaen en su
bien obrar, desisten de continuar su camino, y temiendo al “que
dirán” se debilitan en sus principios y en sus
propósitos. Entonces lo que se requiere es que uno entienda que
la maledicencia de otros, no puede orientar su vida y que sobre esa
maledicencia uno tiene que erguirse con la confianza de que la creencia
en sus virtudes, en sus capacidades, en su bien obrar, en sí
mismo, será el báculo que le fortalezca en ese momento de
dificultad, porque la ponzoña, ciertamente lastima.
Pero cuando la persona es “en sí misma más
venenosa”, uno tiende a creer que, como a las víboras, es
difícil que su propio veneno o el de las que comparten su nido,
le pueda causar daño alguno. Aunque en oportunidades acaece.
Decíamos que la reflexión es valiosísima porque
aporta maravillosamente a mejorar la enseñaza que buscan
nuestros mensajes de la semana. Por eso, lo reconstruimos, con el
aporte de nuestra lectora, diciendo: Cuando hiera tu alma la
ponzoña de la murmuración y de la envidia…no sigas
el ejemplo, perdona, continúa tranquilo: Cree en ti.
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PARA LEER LA CONFERENCIA “EL ROTARIO, LA ETICA Y SUS
VALORES” PULSE
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Año VII. No.
314 Mayo 19 de 2003. Circulación gratuita semanal vía
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¿MAGNANIMIDAD O
DEBILIDAD?.
¿Cuando
perdonar?...
El perdón puede ser la más grande
demostración de la magnanimidad de un hombre o una mujer, o
puede ser la mayor demostración de su debilidad.
En nuestra sociedad estamos recurriendo muy fácilmente al
perdón, antes que a la justicia, quizás muy influenciados
por las doctrinas. Y eso está bien en organizaciones sociales
donde sus miembros son creyentes y practicantes. Pero en sociedad de
creencias tan disímiles, o de creencias tan contaminadas, en
donde se invoca la ayuda de Dios para causar mal a sus criaturas, no se
puede anteponer el perdón sobre la justicia, porque se
estará fortaleciendo al delincuente y debilitando la
convivencia.
Cuando el delincuente sabe que al final será amnistiado,
perdonado o podrá reinsertarse a la sociedad sin ningún
castigo por sus atroces delitos, vivirá ejerciendo actos
criminales para someter a la sociedad al miedo y del miedo a la
condición de otorgarle el perdón.
Pero este perdón, por la debilidad de la sociedad, sólo
contribuye al incremento de los actos de venganza, de justicia por mano
propia.
Y en una nación como la nuestra, donde la corrupción
parece irreducible, donde la impunidad es inmensa, donde el silencio
por miedo a denunciar al delincuente raya en complicidad, nuestro
Presidente no puede a título individual perdonarlo o no
denunciarlo, porque su investidura de jefe de Estado le exige, por el
bien de la propia nación, como ejemplo de justicia, mantener
“el pulso firme” aunque su corazón de hombre
magnánimo le esté incitando a perdonar.
Muchas veces el delincuente está realmente arrepentido, pero el
crimen cometido contra un individuo es un crimen que se comete contra
toda una sociedad, por lo cual, a quienes imparten justicia en nombre
de la república y por autoridad de la ley, corresponde definir
sobre el perdón o la pena y no puede ser, únicamente,
decisión de la victima, cuando la sociedad toda ha sido
vulnerada.
Hay momentos para la justicia. Hay momentos para el perdón. Hoy
¿qué momento es?
BUENAS MANERAS
Ø
¿Cómo están tus manos?
ؿPerdonas pero
no olvidas? Entonces, ¿cuál es tu capacidad de perdonar?
Ø¿Qué
estás haciendo por los que menos poseen?
ؿTu
misericordia nace de la lástima por el otro, o por un
sentimiento de solidaridad con el prójimo?
ؿPara
qué tanta ropa en tu ropero, cuando hay gente que no tiene con
qué vestirse?
ؿTe duele tu
patria?
ؿVisitaste ayer
a algunos enfermos?
Ø¿Cuándo
alguien comete un error, te callas, dejas las cosas como están,
lo toleras, o por el contrario lo comprendes pero lo corriges?
ؿTu
religión te separa de otros compañeros de trabajo?
ؿTe duele la
alegría de los hinchas cuando gana el equipo rival del de tus
preferencias?
ؿSe te
olvidaron las obras de misericordia?
ØEntonces:
¿Cómo están tus manos?
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Año VII. No.
315 Mayo 26 de 2003. Circulación gratuita semanal vía
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TOLERANCIA.
¿La tolerancia
está legitimando el crimen?…
El Diccionario de la Real academia dice que:
Ajusticiar es “castigar al reo con pena de muerte”.
Retener es “imponer prisión preventiva, arrestar”.
Secuestrar es “aprehender indebidamente una persona para exigir
dinero por su rescate o para otros fines”.
Asesinar es “matar a una persona alevosamente, o por precio, o
con premeditación”. Matar es “quitar la vida”
Tolerar es “sufrir, llevar con paciencia, o permitir algo que no
se tiene por lícito, sin aprobarlo expresamente”.
Recientemente un eclesiástico decía que Gilberto
Echeverri y los mártires de Urrao habían sido
ajusticiados, como si Gilberto y los demás fueran reos que
merecieran la pena de muerte.
Es muy común escuchar que la subversión ha retenido a un
ciudadano, cuando lo ha secuestrado, con lo que se le da a la
subversión el carácter de autoridad que puede imponer
prisión.
Y en la prensa, recurrentemente, se lee que mataron en una emboscada a
unos soldados, cuando realmente los asesinaron.
Y se oye predicar en todo los escenarios la tolerancia, como virtud, en
vez de la comprensión que es la “facultad, capacidad o
perspicacia para entender y penetrar las cosas”, sin necesidad de
permisividad y con posibilidad de corregir, reorientar o sancionar.
No nos gusta el término tolerancia, como lo hemos estado usando.
Por tolerancia la libertad está secuestrada. Por tolerancia el
miedo impide llamar por su nombre real a las cosas. Por tolerancia
tenemos que sufrir, padecer, soportar a los malvados. Por tolerancia
somos unos mansos corderos frente al crimen organizado. Por tolerancia
no denunciamos al delincuente. Por tolerancia, en mala hora, un
representante de una organización religiosa reduce a Gilberto y
a los mártires a reos que merecían la pena de muerte,
cuando dice insistentemente, que los ajusticiaron y no que los
asesinaron.
Podemos y debemos comprender las actitudes de los demás, sus
posibilidades de errar, de estar equivocados; entender razones que
motivaron sus actos, pero jamás cohonestar ni justificar ni
tolerar sus acciones perversas, porque estaríamos legitimando el
crimen.
BUENAS MANERAS
Ø
Cómo está tu corazón?
Ø Si a aquello que
haces, no le pones amor ¿de qué te sirve?
ØSi las buenas obras
que realizas por los demás, no son hechas con amor ¿de
qué te enorgulleces?
ØSi no eres paciente,
¿cómo puedes decir que amas a los demás?
ØSi eres benigno
¿acaso ello no es una muestra de tu amor?
ØSi eres envidioso
¿en dónde está tu amor?
ØSi eres cortés
con los demás ¿no prueba esto tu amor?
ØSi piensas mal, si
hablas mal de los demás, ¿cómo puedes decir que
los amas?
Ø Si te alegras de las
injusticias que tantos hombres y mujeres padecen, si no te duele el
dolor de los desplazados, de los secuestrados, del padre y la madre que
velan a sus hijos asesinados ¿de qué está lleno tu
corazón”.
ؿRecuerdas a
Pablo? El amor comprende, cree, espera, excusa.
ØY entonces,
¿cómo está tu corazón?
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Año VII. No.
316 Junio 2 de 2003. Circulación gratuita semanal vía
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¡Qué
vergüenza enseñar honestidad!.
¿Acaso el ser
humano no es vulnerable siempre?…
Aquel empresario, en una conferencia sobre
responsabilidad social empresarial, dijo que era una vergüenza que
se reuniera un grupo de empresarios a estudiar honestidad, porque el
conferencista insistía que la principal responsabilidad del
empresario era serlo.
Seguramente la intención de aquel era resaltar que en pleno
siglo XXI la honestidad debería ser una virtud social de tan
gran alcance y calado que a nadie tuviera que recordársele.
Nuestro desacuerdo con su frase, no estuvo relacionado con esa
esperanza, intrínseca en ella, sino con el desconocimiento, que
mucha gente buena tiene, acerca de que los vacíos de bondad en
el hombre o en la mujer son llenados con la maldad y tal como lo dice
Hans Jonas en su libro El principio de Responsabilidad: “La
sencilla verdad, ni sublime ni humillante, pero que respetuosamente
debemos aceptar, es que el “hombre auténtico” estuvo
aquí presente, con su nobleza y su bajeza, con su grandeza y su
miseria, con su felicidad y su tormento, sus justificaciones y sus
culpas, en definitiva, con la ambigüedad que le es
indisociable”
Esa ambigüedad, es lo que hace posible que el ser humano ante la
decadencia de la virtud, valore lo no virtuoso, es lo que impone que
constantemente todo hombre o mujer que trabaja, tenga que estar
recibiendo información, revitalizando sus valores porque todos
somos susceptibles de ser vulnerables en nuestros comportamientos
frente a los actos circunstanciales, a pesar de la autenticidad, porque
la autenticidad no es ausencia de la debilidad humana.
Los empresarios no pueden bajar la guardia en la reiterada
formación o revitalización de los valores éticos y
humanos, (esto si sería lo vergonzoso) porque creer que ya todo
está enseñado y aprendido, lleva a las enormes sorpresas
en las organizaciones cuando vemos caer a aquellos que en su virtud
eran unos robles y los robles también son carcomibles. Porque
todos, así como somos susceptibles de mejorar, lo somos de
desmejorar, y para evitarlo, es necesario apuntalar la estructura
ética con la permanente revitalización de sus valores.
No desistamos, ni dejemos la tarea de formación, ni nos de
vergüenza decir que en nuestra empresa estamos revitalizando
permanentemente los valores, porque la especie humana tiene esa
característica, no angelical, de la ambigüedad.
BUENAS MANERAS
Ø
¿Cómo están tus labios?
ؿSabes que
cuando hablas, todo mundo sabe de qué está lleno tu
corazón?
Ø¿Por qué
crees que hay quienes hallan un dulce sabor en el chisme?
Ø¿Por qué
en las pocas palabras encuentras tanta profundidad y en las muchas
tanta necedad?
ؿHaz meditado
sobre aquel refrán que dice: Por la boca muere el pez?
ؿHas observado
que la mentira exige otra cadena de mentiras para hacerla ver como
verdad?
ؿSi sabes que
el chismoso no guarda secretos, por qué entonces te rodeas de
personas sueltas de lengua?
ؿDe que te
sirve la lisonja? Pero nunca dejes de alabar lo que tu corazón y
tus labios consideran que es digno de alabanza.
ؿNo volviste a
leer el Libro de los Proverbios? “Da un beso en los labios quien
da una buena respuesta”
Ø¿Y cómo
están tus labios?
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Año VII. No.
317 Junio 9 de 2003. Circulación gratuita semanal vía
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Cuando el jefe falla....
Necesidad de reforazar la
autoridad moral…
Los jefes, cuando no han revitalizado en
sí mismos los mínimos éticos exigibles en su
cargo, fallan y sus fallas se convierten en desastres empresariales o
institucionales, por la cantidad de gente que arrastran con sus
decisiones equivocadas.
Las instituciones militares y empresariales, tienen un común
denominador que es el sistema administrativo jerárquico.
Cada jefe tiene un contingente de personas las que no solamente le
reportan, sino a las que debe orientar en estrategias, en
tácticas, en planes, en disciplina, en trabajo de equipo, en
amor por su grupo, por su patria, y más.
En la medida en que estas organizaciones tienen que improvisar en su
selección por la premura de las demandas de crecimiento o por
rutina, se debilita la formación en los valores fundamentales
institucionales.
Por lo tanto en los momentos en que se ponen a prueba esos valores, las
debilidades de los jefes inducen la caída de todo el grupo
cuando el acontecer circunstancial, impelido por euforia, por
ambición, por debilidad en el mando, o por complicidad con los
subalternos, no se ha reforzado con los controles que ejerce una
autoridad moral reconocida, acatada y amada.
Pero esta falla de los jefes subalternos, necesariamente salpica a los
jefes superiores, porque la dirección tiene la obligación
de ejemplarizar, y consolidar con su ejemplo, actitudes que sean el
norte en el momento de la decisión a cualquier nivel
jerárquico, aunque siempre pueda presentarse el riesgo de que,
pese al ejemplo, alguien se descarríe. Pero ya no será
culpa del superior.
Uno puede inferir que falta formación ética a los jefes,
no por un hecho aislado, sino por una concatenación de hechos
como: Soldados que disponen de grandes cantidades de dineros
encontrados, soldados que toman arbitrariamente bienes o semovientes
ajenos, soldados que atentan contra la vida de sus jefes o
compañeros. Trabajadores que se apropian de elementos de
propiedad de la empresa o de sus compañeros, trabajadores que
sabotean las máquinas, trabajadores que producen con mala
calidad o que prescinden de los rigurosos procesos que la acreditan.
Ahí lo primero que tiene que analizar un general o un empresario
es la jefatura de esos que están al frente del contingente
porque son quienes hacen de su grupo o una obra humana de arte por sus
valores o un desperdicio, por lo tanto son los jefes los primeros
culpables en los desastres institucionales.
BUENAS MANERAS
Ø
¿Cómo están tus pies?
ؿEse camino por
donde vas, te conduce realmente a la felicidad?
ؿTienes clara
la línea que diferencia lo correcto de lo incorrecto?
Ø¿Cuándo
te sales del camino y tropiezas, buscas enderezar tus pasos o sigues
por el sendero equivocado?
ؿTienes cuidado
de pensar y reflexionar sobre los pasos que estás dando?
ؿEscuchas los
consejos de los amigos que te advierten que tus pasos están
errados?
ؿTe has dado
cuenta de que muchos están siguiendo tus huellas? Tus alumnos,
tus hijos, tus trabajadores, tu personal.
ؿO simplemente
vas por el camino de la vida sin el peso suficiente de tus obras para
dejar la huella de tus plantas en el?
ؿHas desandado
alguna vez tus pasos para ayudar a quien cayó a tu lado, o has
seguido adelante sin importarte nada?
Ø¿Y cómo
están tus pies?
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Año VII. No.
318 Junio 16 de 2003. Circulación gratuita semanal vía
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Que tire la primera piedra....
Administrador, no
estás hecho de diferente masa.
No recuerdo el autor, pero me impactó
este pensamiento suyo: Valió la pena haber vivido toda una
vida para producir esta frase: “Aquel que esté libre de
pecado, que arroje la primera piedra”.
Es tan maravillosa, es tan comprensiva del natural humano porque
consagra el principio de nuestra fragilidad, de nuestra vulnerabilidad,
de nuestra necesidad de solidaridad fundamentada en la autenticidad.
Ningún hombre o mujer puede elevarse en un pedestal de gloria
para juzgar a los demás, sin la humildad suficiente que le
permita reconocer la fragilidad humana, propia y de los otros,
aún en aquellos que de la virtud han hecho un ejercicio de vida.
Por ello, el administrador de empresas, tendrá que esmerar su
interés en sobresalir, no tanto por su capacidad de mando,
cuanto por su capacidad de orientar grupos humanos, llenos de
fortalezas y debilidades, con altibajos en sus actitudes diarias y en
sus comportamientos frente a los valores.
Pero hecho de la misma masa, tendrá que tener presente, a cada
instante, que también le son propias fortalezas y debilidades,
actitudes cambiantes y comportamientos virtuosos o no virtuosos.
Tendrá que aprender de su propia fragilidad a entender la
fragilidad del otro, no para tolerarle, sino para comprenderlo y
orientarlo por caminos de mejoramiento continuo. Tendrá que
llenarse de humildad para reconocer que aunque por sus manos de
dirigente pasan la ciencia administrativa, la tecnología y el
saber prudencial, a veces esas manos también se contaminan,
voluntaria o involuntariamente. Y tendrá que tener
también la sencillez inmensa para enseñarle a sus propios
dirigidos a comprender que él también puede equivocarse.
Y a la manera como el agua cristalina correrá por canales de
oro, de plata, de barro o de caña, quien busca saciar la sed
sabrá que el instrumento puede no ser apto, pero le
traerá el agua de la vida. Tendrá que depurarla, pero
será agua de vida. Del mismo modo el administrador tendrá
que esforzarse en que sus orientados beban de sus fuentes la necesaria
sabiduría, que a veces habrán de purificar antes de
beberla porque el canal por donde corre puede contaminarse.
Cuando veas que uno de tus colaboradores falla, piensa si tu realmente
eres apto para tirarle la primera piedra, o bien prefieres con
inteligencia de administrador humano, aconsejarle, orientarle, darle
una y otra oportunidad, disciplinarlo formativamente.
Habrá muchos momentos en los cuales tú también
quisieras que te orientaran así.
BUENAS MANERAS
Ø
¿Cómo están tus ojos?
ؿTienen la
mirada sosegada y tranquila, que revelan la paz de tu alma?
Ø¿Desvías
tu mirada cuando te diriges a otro, para que no descubran la
intención de tus palabras? Ø¿Se iluminan
las niñas de tus ojos, cuando tiendes los brazos para el
reencuentro con el ser que amas? ؿSe
empañan tus ojos de dolor cuando sientes que no estás en
capacidad de ayudar a quien lo necesita? ؿFrecuentemente
hay ira o rencor en tu mirada?
Ø¿Están
llenos tus ojos de codicia y la envidia enceguece tus pupilas?
Ø¿Están
puestos tus ojos en grandes metas de realización personal?
Ø¿Cómo
ves tu futuro?
Ø ¿”Miras
la paja en el ojo ajeno, y la viga jamás ves en el
propio”?
ØY ¿cómo
están tus ojos?
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