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ÉTICA PÚBLICA


EL CONTROL INTERNO EN LOS ORGANISMOS DEL ESTADO
Hernán Saldarriaga A.
La modernización del Estado, a través de las leyes nuevas que buscan actualizar los modelos administrativos gerenciales propios de toda organización, pública o privada, ha hecho hincapié en la importancia del fomento de la cultura del Control interno, no sólo en aquellos que tienen posiciones de mando, sino en todos los servidores públicos. Las contralorías, entes generalmente de tendencia fiscal, cuya vigilancia se orienta más a al análisis de los estados financieros y a las formas mecanicistas de los documentos probatorios, han relegado a su mínima expresión, el fomento de la cultura organizacional basada en la reconstrucción de los valores éticos empresariales.
No se ve, en los organismos estatales, una clara disciplina programática de inculcar, por ejemplo, el autocontrol como el mejor y más eficiente de los controles.
Por el contrario, han enfocado sus esfuerzos a la pesquisa de las evidencias negativas del Servidor Público, y no en la regeneración de la cultura de este valor. Claro que aquella acción es importante, pero es simplemente correctiva, por lo que la prevención está resultando secundaria.
Es una clara obligación de los organismos de control el fomento de la cultura del autocontrol en todos los niveles de los organismos del Estado.
p281
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¿SE PUEDE DERROTAR LA CORRUPCION?


Hernán Saldarriaga
Transparencia Internacional para Latinoamérica y el Caribe, nos hizo reflexionar con los siguientes interrogantes:
¿Se puede evitar la corrupción?
¿Se puede lograr que el gobierno evite la corrupción?...
¿Se puede lograr que el gobierno y la oposición eviten la corrupción?...
¿Se puede lograr que el gobierno, la oposición y los ciudadanos eviten la corrupción?...
¿Se puede lograr que el gobierno, la oposición, los ciudadanos y los empresarios eviten la corrupción?...
¿Se puede lograr que el gobierno, la oposición, los ciudadanos, los empresarios y también los periodistas eviten la corrupción?...
La verdad que nuestra respuesta inicial pese a nuestra permanente lucha contra la corrupción, era pesimista: La corrupción parece una hidra, de muchas cabezas, incapaz de ser derrotada, por más esfuerzos que hagamos.
Pero la respuesta que da Transparencia , a todos sus interrogantes es un sí rotundo y explica que una de las formas de lograrlo es con el programa de Contrataciones Transparentes.
De este programa, que considera como sistema preventivo simple y económico para el control de la corrupción, detalla dos componentes fundamentales: Las Audiencias públicas y el Pacto de Integridad.
Las audiencias públicas son foros convocados por las autoridades, donde todo ciudadano puede exponer sus objeciones sobre las condiciones previstas para la contratación.
El Pacto de Integridad es un convenio celebrado ente el gobierno y todas las empresas que compiten por un contrato, para evitar el pago de “mordidas” entre los proveedores y el Estado.
Se espera que a través de estas prácticas de transparencia se reduzca la corrupción, se ahorre el dinero del erario público, y se genere confianza en las licitaciones.
La transparencia en las contrataciones del Estado, es absolutamente necesaria en un régimen que busque mayor inversión social para sus conciudadanos, y no el beneficio de los depredadores que se enriquecen y que corroen las entrañas del Bien Común, con el beneplácito de los gobiernos débiles.
p274
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SISTEMA DE ESTÍMULOS PARA LOS SERVIDORES PUBLICOS


Hernán Saldarriaga
El decreto número 1567 de 1998, que regula el sistema de estímulos para los servidores públicos, presenta unos principios axiológicos que deben regir estos actos administrativos fundamentales en la vida de la organización pública y que, muchas veces, no se practican por la economía de reconocimientos en que son expertos muchos servidores públicos con mando, porque creen que el solo pago con dinero es la retribución debida a un trabajo hecho con dignidad y con decoro.
Esos principios son:
a. Humanización del trabajo. Toda actividad laboral deberá brindar la oportunidad de que las personas crezcan en sus múltiples dimensiones cognitiva, afectiva, valorativa, ética, estética, social y técnica y desarrollen sus potencialidades creativas mejorando al mismo tiempo la gestión institucional y el desempeño personal.
b. Equidad y justicia. Este principio considera que sin desconocer la singularidad de cada persona, el sistema de estímulos deberá provocar actitudes de reconocimiento para todos en igualdad de oportunidades, de tal manera que la valoración de los mejores desempeños motive a los demás para que sigan mejorando.
c. Sinergia. Este principio se orienta a buscar que todo estímulo que se dé al empleado beneficie a la organización en su conjunto a través de la generación de valor agregado; más que considerar la motivación de unos pocos empleados en el corto plazo, debe procurar el bienestar del conjunto de empleados en relación con la organización y dentro de la continuidad del tiempo.
d. Objetividad y transparencia. Los procesos que conduzcan a la toma de decisiones para el manejo de programas de bienestar e incentivos deberán basarse en criterios y procedimientos objetivos, los cuales serán conocidos por todos los miembros de la entidad.
e. Coherencia. Este principio busca que las entidades desarrollen efectivamente las responsabilidades que les corresponden dentro del sistema de estímulos. Las entidades deberán cumplir con los compromisos adquiridos a través de sus programas de bienestar e incentivos.
f. Articulación. La motivación del empleado deberá procurarse integrando acciones, proyectos, programas y estrategias que contribuyan simultáneamente a la satisfacción de sus necesidades materiales y espirituales.
p273
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EL NUEVO RETO DEL EDUCADOR


Hernán Saldarriaga
Llámele maestro, profesor, educador, como quiera, él tiene en sus manos el futuro de su país.
No obstante tan gran responsabilidad entregada, el educador en muchas ocasiones no comprende, no reflexiona sobre su tarea forjadora de hombres y mujeres para la competitividad del país a nivel internacional.
Si la capacidad de generar riqueza de un pueblo, para beneficio de sus habitantes, aprovechando sus fortalezas en comparación con otras naciones, está influida enormemente por la el conocimiento, por la actitud, por los valores y por el desarrollo humano de su gente, se entiende que en manos de los educadores está el moldear y orientar esa materia prima que reciben para sembrar en sus mentes y en sus corazones una semilla de excelencia en el ser, en el saber y el servir, fundamentales para transformar la concepción que los demás países tienen del hombre y la mujer latinoamericanos.
Nuestros países, llamados por vocación, dadas sus enormes riquezas naturales, a mantener elevados ingresos de su producto bruto interno, para beneficio común, se encuentran en inferiores lugares en la comparación que se hace con el resto de países del mundo.
Nuestra pasión, nuestra creatividad, nuestra entrega, y un sinnúmero de valores que compartimos en la región, no son visibles para los demás países, porque igual pasión, igual creatividad e igual entrega caracterizan a quienes obran mal y deterioran, así, el buen nombre de millones de gente de bien.
Se impone, entonces, la tarea de educar para esa competitividad desde los bancos escolares, con los procesos necesarios para que el producto de ellos sea gente de calidad humana, entendida como gente no sólo de gran saber sino forjada y revitalizada en sus auténticos valores humanos.
Esto es lo que se espera del servidor público que ejerce el cargo de educador.
p272a
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EL COMPROMISO SOLIDARIO DEL GOBERNANTE


Hernán Saldarriaga
Hace falta reconocer a los gobernantes sus ejecutorias, cuando en cumplimiento de sus compromisos morales, más que programáticos, son capaces de desafiar la geografía, el clima y la subversión, para empeñarse, con un puñado de alegres y solidarios conciudadanos, en un propósito de mostrar la solidaridad de un pueblo con los pueblos que padecen la injusticia de la barbarie y del secuestro colectivo de su gente, de sus bienes y de sus productos.
Y aunque el gobernante tiene entre sus obligaciones la de liderar sus pueblos hacia los ideales propios de la nación; aunque esa sea su labor fundamental, el generoso aplauso, el estímulo franco y abierto, el agradecimiento inmenso por la tarea emprendida, tiene que resonar, así los resultados de su esfuerzo sean minimizados por acción de quienes tienen el propósito perverso de la búsqueda del poder destrozando pueblos y vidas.
Cada alcalde de municipio, cada gobernador de departamento, tiene que mantener en alto, entre su pueblo, el ideal de la resistencia pacífica a través de la no violencia, para hacer frente a forajidos de todas las corrientes, y no sentarse a rumiar su incapacidad, cuando tiene en sus manos el instrumento de liderazgo capaz de enardecer a su gente, en la defensa de bienes, vida y honra, con sus banderas de libertad, de orden y de justicia.
A cada gobernante empeñado con pasión en esta tarea. A cada gobernante caído en esta lucha de no violencia contra la violencia. A cada gobernante amenazado por las fuerzas oscuras, pero firme en sus propósitos de dar lo mejor de sí para bien de su pueblo, hacemos el homenaje de nuestro reconocimiento y gratitud.
p271
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CORRUPCION EN LA SEGURIDAD SOCIAL


Hernán Saldarriaga
Uno no entiende por qué, si todo mundo sabe donde está el nido de corruptos, la corrupción no se mengua.
Los organismos de salud del Estado, sobre todo aquellos que tienen la responsabilidad de la seguridad social, se han convertido en antros de este flagelo.
Y que tengan que ser estas instituciones las que aparezcan en las primeras filas de las investigaciones como de mayor podredumbre, produce mayor extrañeza, porque tales prácticas atentan directamente contra la salud y la calidad de vida de las comunidades de trabajadores.
Tampoco sabe uno si es que el Estado no tiene voluntad para perseguirlos o simplemente cohonesta o por incapacidad o por otras prioridades o simplemente por complicidad.
Estas entidades, además, tienen organizaciones de control, con responsabilidades serias frente a la creación de la cultura del control interno, pero tampoco se siente la actitud erguida de los funcionarios de las contralorías, auditorías, que denuncien para que lleven a la cárcel, pero a la cárcel, no a las mansiones por cárcel, a quienes defraudan en provecho propio o de terceros, los servicios de quienes con su aporte, está buscando la permanencia de su salud, como garantía de la calidad de su vida.
Pero tampoco se ve una acción clara de los organismos sindicales, que son los llamados a proteger los derechos de los trabajadores, para que las cosas se enderecen.
Será que todo mundo piensa como un lector, que al responder a una de nuestras preguntas de la semana, nos escribió diciéndonos que antes lo que había que hacer era reglamentar la “mordida” para tener buenos servicios. Qué tal. Dios mío.
p270b
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LA PRUDENCIA DEL MANDATARIO


Hernán Saldarriaga
El servidor público, en la medida en que asciende en la escala de las posiciones del Estado tiene que proveerse de mayor prudencia en su hacer y en su decir.
Lo que dice, lo que hace, las decisiones que toma tienen repercusión incalculable en la vida de sus comunidades. Por ejemplo:
Los cambios insuficientemente estudiados de los sistemas de tráfico vehicular, producen accidentes en los que se lesionan o mueren personas o se producen daños en los bienes patrimoniales de ellas, sin que nadie responda.
El uso inapropiado de las fuerzas del Estado para disolver manifestaciones pacíficas, puede derivar en grandes tragedias nacionales.
Y aunque no estamos de acuerdo con el irrespeto al funcionario público que ostenta la dignidad de la república, si es preciso reconocer que es explicable la espontánea ira de un pueblo, manifestada en silbatina o en frases unísonas de rechazo de una multitud, cuando esa multitud percibe los efectos desastrosos de las decisiones imprudentes.
En los regímenes dictatoriales, en aras de un nacionalismo extremo, se conduce a los pueblos a la barbarie contra sus hermanos, o contra los pueblos vecinos, en acciones de las cuales la historia de los pueblos se avergüenza.
Igualmente, muchos pueblos guardan vergonzosas historias por la imprudencia de sus dirigentes.
p270a
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ETICA Y POLITICA


Hernán Saldarriaga
Fernando Savater, en su libro ética y política, recoge el sentir de la mayoría de la gente cuando dice que muchos consideran la política un asco.
No parece que pudiera hablarse de ética en política, porque la experiencia es que la búsqueda del poder conlleva a la realización de cualquier acto, porque en ella se acepta que el fin justifica los medios.
Vemos cómo, en el ascenso al poder, se irrespeta toda norma de buen comportamiento ciudadano; se compran votos y votantes; se seduce a los seguidores de otros políticos con prebendas; se construyen ilusiones a base de promesas que conquistan a los incautos y a los que creen en las ardorosas palabras promeseras.
Sin embargo, también vemos políticos honestos, con interés de llegar a las altas corporaciones públicas influidos del deseo de cambiar las tradiciones politiqueras de la nación.
La democracia está exigiendo unas reglas de juego y unos comportamientos éticos, fundamentales para allanar el camino de la convivencia y la compresión entre los ciudadanos.
Pero es necesario que esta democracia trabaje con mayor vigor en la formación política de sus ciudadanos a base de repetir y hacer que se constate que la política es servicio, servicio de sus dirigentes para su pueblo.
Si no, ¿Para qué democracia? ¿Para qué políticos? ¿Para qué instituciones?
p269B
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¿POR QUE SIEMPRE HAY QUE HACER UN PARO PARA QUE EL ESTADO CUMPLA?


Hernán Saldarriaga
Se ha convertido en un hecho común que cualquier organismo del Estado sólo atiende sus obligaciones cuando se le amenaza o se le hace un paro.
No se atiende oportunamente el pago de los maestros, el de los funcionarios de los servicios hospitalarios, éstos hacen huelga, y luego de escuchar frases de cajón como: "El Estado no negocia bajo presión", "haremos caer el peso de la ley sobre los manifestantes", ni lo uno ni lo otro ocurre, porque el Estado hace aparecer los recursos y paga y conviene con los organizadores que no habrá represalias, que hay "borrón y cuenta nueva".
Esta actitud del Estado es una actitud miope e injusta.
Todo paro, necesariamente, causa perjuicios a otra parte de la población que queda en el medio del conflicto.
A veces esos perjuicios son enormes desde el punto de vista económico, pero absolutamente perturbadores de procesos de formación, fundamentados en la justicia y en la equidad, porque toda la comunidad va aprendiendo que para que el Estado reconozca sus derechos básicos, hay que hacerle un paro. Y si el Estado enfrenta la fuerza pública con los manifestantes, estos se arman de palos, piedras, llantas, porque al final del paro, el Estado cederá, negociará, reconocerá derechos, se comprometerá, aunque las más de las veces no cumplirá exactamente lo negociado.
Y esa es la lección que deja: que el Estado es mentiroso, engañador, promesero y pícaro.
Entonces, ¿por qué dejar que las cosas vayan a esos extremos? ¿Por qué, obrando inteligente y pedagógicamente, no cumple sus compromisos con oportunidad, para evitar el caos?
Es muy común ver la sonrisa de los candidatos en campañas políticas, convertirse en gestos de dientes afiliados cuando llegan a las posiciones del Estado. Y la mano que se posaba acariciadora sobre las espaldas del posible votante, se convierte en la mano que sostiene el látigo contra el pueblo que se levanta para exigir sus elementales derechos, que prometieron cumplir, pero que no cumplen.
El Estado, con esta actitud, está maleducando a sus usuarios, a los ciudadanos, y está fomentando la anarquía.
¿De qué se extrañarán entonces, cuando el pueblo termine por erguirse, unánime, ante tanta burla?
p269A
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LO SOCIAL, EN LO PUBLICO


Hernán Saldarriaga
El título de este comentario parece redundante
Necesariamente, lo público, tiene un carácter tan social, que todo, lo económico, lo político, lo administrativo de un Estado, tiene que estar dirigido a conseguir el bien de los ciudadanos.
Pero hay unos gobernantes que por la gula del poder, olvidan las prioridades de sus pueblos y se enfrascan en realizaciones que en nada contribuyen a las grandes necesidades del conglomerado.
En América Latina, la urgente necesidad de los sectores más pobres, es la posibilidad de un trabajo, de un empleo.
Nadie hay más pobre, que aquel que ni siquiera tiene un trabajo del cual derivar su sustento.
Por lo tanto, los esfuerzos tienen que estar orientados hacia la generación de empleo.
Cuando las empresas privadas por causa de la globalización de la economía, tienen dificultades en su comercialización nacional e internacional, es el Estado quien tiene que entrar a subsanar los problemas de la desocupación.
Pero nuestros países hacen lo contrario. Si el sector privado no da empleo, el Estado coincide también con sus grandes volúmenes de lanzamiento a la desocupación.
Cuestiones de economía, se dirá. Disposiciones de los prestadores de dinero. Exigencia de los Fondos Monetarios. Mandatos legales.
Sí. Pero también inconsciencia. También falta de visión. También insolidaridad. También injusticia.
El Estado no ha recibido un mandato de que solo un 50% de la población esté en condiciones favorables, no.
El mandato constitucional de todo Estado es que la totalidad de sus ciudadanos tengan garantizados sus derechos.
Por lo tanto, es necesario que los que detentan el poder en el Estado, orienten sus esfuerzos hacia más generación de trabajo para los menos beneficiados económicamente, para los menos instruidos. Así esos empleos no sean productivos.
Sólo podrá detenerse esta bomba de la injusticia social con la posibilidad cierta de que los pobres puedan hallar trabajo.
p268
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¿Qué es la Transparencia?


Hernán Saldarriaga
Jim Wesberry de Casals & Associates y Director del Proyecto AAA México responde esta pregunta en la conferencia recientemente dictada en su país: “La transparencia es mucho más fácil de comprender que la ética, pero es igualmente difícil de lograr y mantener.
Específicamente exige la eliminación del secreto oficial y la elaboración de información útil y comprensible para su receptor. Algo transparente es libre de mentira o engaño, es claro sin explicación o interpretación, es fácilmente comprendido, es obvio. La transparencia no puede esconder un secreto.
La empresa transparente es la que divulga su información gerencial y financiera públicamente. Este requisito se está convirtiendo en una obligación inevitable de la empresa grande con múltiples accionistas cuyas acciones son compradas y vendidas públicamente en bolsas de valores o de cualquier otra manera.
El gobierno transparente es aquel que no tiene secreto oficial, con excepción de lo relacionado con la seguridad nacional, que permite el informe periodístico de todas sus acciones y decisiones en base de reuniones abiertas al público y la prensa.
Un gobierno transparente publica sus estados financieros oportunamente en formato fácilmente compreNsible, lleva a cabo sus transacciones de adquisiciones y contrataciones públicamente con participación abierta a todos.
La transparencia en los negocios y el gobierno constituye uno de los requisitos de conducta ética. La ley puede obligar la transparencia, pero la ética siempre la demanda".
p267
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LA ETICA DEL SERVIDOR PUBLICO


Hernán Saldarriaga
En los organismos del estado se impone con mayor rigor una concepción de la ética de las personas que participan de la Función pública.
El hombre o mujer que trabaja en ellos recibe de la comunidad un encargo perentorio de administrar los bienes públicos dentro de los postulados del bien común a su leal saber y entender.
Por eso, no administra éticamente la cosa pública:
Quien se apropia directa o indirectamente de los dineros y bienes de la comunidad, en su provecho o en beneficio de otros.
Quien desempeña un cargo a sabiendas de su propia ignorancia en materia relacionada con la descripción de su oficio.
Quien ejerce presión sobre sus recomendados para inferir ganancias políticas o económicas a cambio de perseverar en su recomendación.
Quien tolera, permite o facilita que otros defrauden las organizaciones públicas por razón de su conciencia de clase.
Quien insinúa, cobra o exige participación porcentual para la aprobación de contratos o su adjudicación o su implementación.
Quien desde las oficinas donde se desempeña, a través de donaciones, tolerancias, aceptaciones, pactos, adjudicaciones, ocultamientos, prepara para sí una posición importante en el sector privado, o en otra organización pública.
Quien pacta adjudicación de beneficios, para que cuando esté por fuera de la organización estatal se le adjudiquen semejantes beneficios en contraprestación.
Quien por disciplina política boicotea la normal actividad de su trabajo para perjudicar la buena obra del gobernante elegido en contrariedad a sus ideales.
Quien sigue considerando al ciudadano colombiano, como súbdito y no como un usuario o cliente del estado.
Quien ante la inminencia de no quedar colocado en el siguiente período gubernamental, atesora para sí recursos públicos con el pretexto de cubrir con anticipación el período que estará sin empleo.
Quien olvida la práctica de las virtudes básicas propias del poder público y no rinde tributo a la dignidad, decoro y honor con que debe estar investido su cargo y su propia persona.
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Un autor anónimo definió así el servicio público:
“La tremenda oportunidad que tenemos como seres humanos de estar en un medio en donde puedes ayudar; y eso es además de una oportunidad, un gran compromiso con uno mismo y con la sociedad. En el lugar más modesto y en el lugar más encumbrado, en los dos hay responsabilidades; con un grado de trascendencia, si se quiere, distinto, pero al final del día es una forma de trascender, una forma de ayudar” .Anónimo
p266
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LA ADMINISTRACION DE LA ETICA EN LA ORGANIZACION PUBLICA. - 2ª. Parte-


Hernán Saldarriaga
Decíamos que el Código de Etica no puede quedarse como un hermoso enunciado para admiración de los visitantes.
Es preciso: Administrarlo. Hacerlo conocer de toda la organización. Hacer que la organización lo asimile y lo convierta en actos reflejos, a través de la capacitación, la divulgación, la recordación, el estímulo, la evaluación del desempeño y la disciplina. Sembrarlo en el personal nuevo. Auditar los comportamientos desde el interior y el exterior. Estimular su aceptación con el ejemplo de su práctica por parte de la alta dirección.
Las organizaciones modernas, públicas y privadas están exigiendo un nivel elevado de compromiso de su Talento Humano con actitudes y valores que permitan elevar la competitividad del país en el mundo globalizado. Estas actitudes y valores que hay que revitalizar en nuestra gente, se encuentran dentro de los principios universales que todo hombre o mujer profesan por el solo hecho de pertenecer al género humano, principios universales que la ética civil empresarial propone a consideración de su adopción por parte de las organizaciones públicas estatales. Para ello es necesario direccionar esas actitudes a través del código de ética o cuerpo de valores o deberes de la organización y alcanzar así la calidad humana porque donde no exista esta calidad, no hay posibilidad de alcanzar la expectativa de calidad de nuestro servicio.
SI HAY CALIDAD HUMANA, HAY LA POSIBILIDAD DE CALIFICAR AL PAIS EN UN MEJOR NIVEL COMPETITIVO INTERNACIONAL.
QUÉ GRAN CALIDAD HUMANA OSTENTAN LOS FUNCIONARIOS PUBLICOS QUE RINDEN CULTO A LA RESPONSABILIDAD, A LA VERDAD, A LA VIDA, A LA HONRADEZ,A LA JUSTICIA Y A LA SOLIDARIDAD.
p265
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LA ADMINISTRACION DE LA ETICA EN LA ORGANIZACION PUBLICA. - 1ª. Parte-


Hernán Saldarriaga
Para lograr que el conjunto de personas que constituyen la organización pública, oriente su acción a los mínimos éticos exigibles, y para obtener que en cada una de ellas se fortalezcan, se revitalicen, se asimilen y se posicionen esos principios, es necesario que los administradores públicos orienten la construcción del código de ética o cuerpo de valores o deberes o principios, como un enunciado de comportamientos esperados que su organización busca sembrar en el corazón y en la mente de sus miembros, a fin de que a todos sirva de espejo para revisar sus pensamientos, sus palabras, sus actos o sus deseos.
Esto es necesario porque sabemos que cada organización tiene una personalidad social que la hace diferente de las demás.
Esta personalidad es el alma colectiva, producto de la cultura organizacional. En esa cultura hay un acervo de tecnologías, conocimientos, principios, valores, normas, pautas de comportamiento que la hacen irrepetible. Por eso, quien ingresa a una organización, proveniente de otra, requiere de una información oportuna para asimilar esa cultura y no enfrentar el choque de dos culturas, con sus comportamientos.
Para empezar a construir el código de ética, se requiere una actitud participativa de los aportantes a la organización, y que se den los siguientes pasos:
1. Organizar un grupo interdisciplinario para la construcción del Código.
2. Organizar talleres para la definición del entorno y para la determinación de los principales comportamientos esperados con él, con base en los mínimos éticos exigibles.
3. Recopilar la información obtenida en los talleres.
4. Elaboración del proyecto de código de ética, por parte de un grupo representativo de los participantes en los talleres, coordinados por el grupo interdisciplinario.
5. Presentación del proyecto para su discusión.
6. Presentación del proyecto ante el organismo cúpula para su aprobación.
Finalmente, el Código de Etica no puede quedarse como un hermoso enunciado para admiración de los visitantes.
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MINIMOS ETICOS. 2a. parte- parte-


Hernán Saldarriaga
Los otros cuatro mínimos éticos, de los cinco que estamos proponiendo a los servidores públicos, son: el respeto por la vida, la honradez, la solidaridad y la justicia.
El respeto por la vida, traducido en todas las manifestaciones de compresión, más que de tolerancia, y en una actitud de no violencia activa, que nos permita desarmar a los violentos por la fuerza de la compresión, de la reflexión y de la serenidad.
La honradez, fruto de una profunda convicción interna del respeto a los bienes físicos y espirituales de los demás. En donde el buen uso de los bienes del común sea una exigencia extrema de todo servidor público; donde la transparencia de sus actos sea cada vez más reconocida, también por la extrema delicadeza en sus acciones de uso o vigilancia de los bienes y patrimonio de la nación. Y en donde el respeto por las ideas y sugerencias de los demás compañeros, jefes, colaboradores o subalternos, nos impida apropiarnos de ellas o presentarlas como si fueran nuestras. Y en donde finalmente, la honra y fama del otro sea custodiada por nuestra extrema prudencia al emitir juicios acerca de los demás.
La solidaridad, traducida en el apoyo y colaboración a cada uno de los que conformamos el conjunto organizacional, para que juntos podamos alcanzar nuestros objetivos. Y en donde el espíritu de servicio, la lealtad, el espíritu de grupo, la discreción, la guarda del secreto profesional, contribuyan a mantener los nexos de compañerismo, que permitan un ambiente de mutuo acompañamiento en la tarea diaria del ejercicio de nuestras aptitudes, para beneficio de los ciudadanos colombianos.
La justicia, aprehendida por cada uno de los actores empresariales, como reconocimiento mutuo de sus derechos, nacidos de su relación laboral contractual.
Con el cumplimiento de estos seis mínimos éticos exigibles al servidor público, estaremos concentrando todas las virtudes básicas y modernas que deben profesar los servidores públicos de una nación.
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MINIMOS ETICOS. 1a. parte- parte-


Hernán Saldarriaga
Estamos proponiendo, en nuestras organizaciones privadas y públicas, desde la ética civil, que restauremos la exigibilidad y la adopción de seis principios mínimos éticos universales, que nos permitan redireccionar las intervenciones en nuestras culturas organizacionales, en forma didáctica y metodológica, a fin de que lleguen a convertirse en modos de acción dentro de la actividad diaria del ejercicio del trabajo.
Estos mínimos éticos exigibles que estamos proponiendo son: La responsabilidad. El respeto por la verdad. El respeto por la vida. La honradez. La solidaridad.La justicia.
Hoy trataremos de la responsabilidad y del respeto por la verdad.
La responsabilidad, entendida no tanto como el cumplimiento a cabalidad de las funciones que se nos han encomendado, sino como la capacidad de responder por nuestros actos, adecuados o no, a manera de enfrentamiento consciente con la realidad.
Este concepto de responsabilidad, nos permite humanizar la tarea y entender a los demás, en forma más humana. Cuando exigimos cumplimiento a cabalidad, estamos exigiendo perfección y sabemos que la perfección, aunque se busque, no alcanza a obtenerse. En cambio cuando elaboramos un sentido de responsabilidad como capacidad de dar respuesta, de responder, por los actos humanos, conscientes, deliberados, libres, que realizamos, damos la oportunidad de que aquellos actos que no son adecuados, o que son erróneos, puedan ser evitados en el futuro porque reconocemos nuestras equivocaciones y aceptamos que los demás puedan equivocarse.
El respeto por la verdad, entendida como la concordancia entre lo que pensamos y sentimos con lo que hacemos o decimos, nos exige manifestarla, no como la ruda franqueza, si no como la verdad serena, capaz de incidir en el cambio de comportamiento de nuestras gentes, por la forma descriptiva, más que evaluativa, como la presentamos a su consideración para ayudarle a conseguir los objetivos propios y los objetivos de la organización.
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VIRTUDES BASICAS DEL EJERCICIO DEL PODER


-7ª parte-
Hernán Saldarriaga
COMPRENSION. Se está imponiendo en el medio la llamada cultura de la tolerancia. Pero el concepto de tolerancia no puede entenderse en un significado diferente al de la virtud de la comprensión.
La comprensión hace entender al servidor público las razones que tiene el otro para obrar y aceptarlo tal cual es.
Comprendemos sus debilidades en relación con nosotros y con los otros. Comprendemos su falta de tacto. Su lenguaje que a veces nos hiere. Sus modales diferentes. Sus ofuscaciones. Hay que comprenderlo pero también hay que buscar la modificación de su comportamiento cuando ello sea necesario. Es, pues, preferible la comprensión a la tolerancia, porque tolerar tiene una connotación negativa -como no hay mas remedio, hay que aguantarlo-. También hay situaciones en las cuales la tolerancia se convierte en claudicación. Tolerar la infamia, el delito, el daño ajeno, es complicidad.
La comprensión, así entendida, nos permite romper la cadena perversa de la corrupción, en donde cada corrupto busca que los demás funcionarios de bien se vuelvan corrompidos como él, por su tolerancia.
OTRAS VIRTUDES DEL SERVIDOR PUBLICO. Mariano Rajoy Brey, ante el seminario de ética organizado por el Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo, afirmaba: "Ser honesto, íntegro e imparcial son virtudes básicas para el ejercicio del poder, pero hoy se necesita que los hombres públicos sepan manejarse en supuestos de complejidad creciente y que sepan interpretar las responsabilidades que llevan aparejadas los constantes y acelerados cambios sociales y políticos.
Hoy más que nunca, se hace necesaria una mayor sensibilidad hacia los derechos humanos, un mayor respeto a las minorías, una mayor conciencia ecológica y una mayor operatividad del concepto de la dignidad de la persona."
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VIRTUDES BASICAS DEL EJERCICIO DEL PODER


-6ª parte-
Hernán Saldarriaga
DIGNIDAD, DECORO Y HONOR. Nada hay que haga sentir más orgullosa a una comunidad que el contar con unos servidores públicos, dignos, decorosos y de honor. Esta dignidad, este decoro y este sentido del honor, a su vez revierten en gran credibilidad y distinción por parte de esa comunidad, hacia sus funcionarios públicos. Cuando estas tres virtudes no aparecen fuertes, la comunidad siente un profundo desprecio por el servidor público. En estas tres virtudes se compendian las fuentes de ese amor, de ese respeto, de esa veneración que pueden tributar los pueblos a sus jueces, a sus alcaldes, a su secretarios de despacho, a sus cortes, a su gobernantes, a sus legisladores.
Y en contrario sentido, de la falta de dignidad, de la falta de decoro y de la falta de honor, nace el menosprecio, el estereotipo de que todo funcionario público es corrupto, es ineficaz, es un ciudadano de tercera categoría.
El honor es la cualidad moral que nos lleva al más severo cumplimiento de nuestros deberes respecto del prójimo y de nosotros mismos, y la gloria o buena reputación que sigue a la virtud, al mérito o a las acciones heroicas.
Cuando empeñamos nuestra palabra, cuando hacemos una promesa a alguna persona, cuando asumimos un cargo, cuando nos responsabilizamos de una actividad, cuando aceptamos una dignidad, cuando ejercemos un voluntariado, siempre encontramos en ello comprometido nuestro honor.
Está siendo muy común que una persona falte a su palabra, que no cumpla una promesa, que no sea fiel a los compromisos del cargo para el cual fue elegido, que no responda por la actividad en la cual se ha comprometido, que no sea disciplinado o puntual en el ejercicio de sus actividades de voluntariado.
Estas personas en nada valoran esta cualidad moral del honor y en nada aprecian el valor de la gloria o de la buena reputación.
Ellas olvidan que el honor es la consecuencia de la virtud y de los méritos y creen que el deshonor se cubre con la mentira y el dinero y que se pierde en la memoria de los demás.
Mas es necesario que el servidor público, ya sea gobernante, legislador, juez o control, tenga el honor en su propia escala de valores, porque gobernantes con honor, forjan pueblos de honor.
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VIRTUDES BASICAS DEL EJERCICIO DEL PODER


-5ª parte-
Hernán Saldarriaga
USO DE INFORMACION. El deber de guardar el secreto profesional es un imperativo en el servidor público. Por sus manos pasan las informaciones más delicadas en relación con la vida económica y social de los colombianos. La divulgación de esa información puede alentar acciones de los delincuentes tan graves como el chantaje, el secuestro, la extorsión. Pero además el servidor público no puede utilizar información privilegiada para su beneficio particular o de terceros, información que podría tener graves incidencias en los planes económicos de empresas, organizaciones o personas. Indudablemente que el uso de la información está en relación directa con la discreción.
Detengámonos un momento en una reflexión sobre la discreción y los rumores: Los rumores suelen presentarse en las empresas públicas, con mucha frecuencia.
Son informaciones que corren en la organización y que nadie quiere responsabilizarse de ellas. Generalmente, estos rumores preceden a decisiones, acciones, cambios y encuentran campo abonado en las expectativas de las personas. Por eso corren con suma facilidad.
El rumor se da porque hay alguien interesado en oírlo y alguien dispuesto a transmitirlo. El interés por escucharlo nace de la ansiedad que produce la no oportuna información que se dé a través de los canales formales de la entidad.
El canal informal por el que circula el rumor, de amigo a amigo, de pariente a pariente, de asociado a asociado, de militante a militante, transfiere información que va de lo inocuo hasta asuntos de suma importancia para las personas o para la organización.
El rumor predispone el ánimo del servidor público hacia la aceptación o no de una decisión, de una orden, de una actividad, de un cambio. El rumor predispone al superior para una valoración, para un ascenso, para un reconocimiento, para un estímulo o para una sanción de su colaborador. El rumor hace perder objetividad, crea prejuicios, y hasta coloca a los participantes a la defensiva.
Pero el más grave daño que crea el rumor está en lo que hace con la honra de las personas: acaba con ella, sin que la persona pueda explicar sus comportamientos, responder por sus actitudes, justificar sus acciones.
El rumor en la organización, gravemente perjudicial, se reduce si hay conciencia del daño que se produce a otros, si hay gente más segura de sí misma en el trabajo, si se mejora la comunicación formal, y si aprendemos a cortar la cadena del rumor.
Al rumor, a veces, también se le llama chisme
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VIRTUDES BASICAS DEL EJERCICIO DEL PODER


-4ª parte-
Hernán Saldarriaga
COLABORACION. En los sucesos adversos o emergencias en que puede situarse la organización o las personas que la conforman, se espera la presencia activa de los demás funcionarios, para mitigar o superar las dificultades que se presenten. Esta colaboración tiene que ir muy directamente relacionada con el compañerismo. En las relaciones del trabajo público, se exige a los funcionarios que sea compañeros, no se les exige amistad, pero sí ese nivel de compañerismo.
Pero frecuentemente menospreciamos o menos valoramos al compañero, cuando un compañero es alguien que nos acompaña en camino laboral de nuestra existencia.
Hagamos un homenaje al Compañero:
Compañero: La vida nos unió aquí en esta entidad pública.
Venimos de diferentes mundos. Pertenecemos a diferentes familias, Tenemos distintos ideales.
Pero aquí estamos, tú y yo, trabajando juntos, en esta organización que nos brindó su techo, sus confianza, su esmero, para que juntos pudiéramos obtener el salario que nos permita alcanzar nuestros ideales.
Posiblemente no soy tu amigo, pero sí tu compañero.
Un compañero es alguien que acompaña a uno por un sendero para hacer más fácil el viaje. Vamos juntos por este sendero de la vida. Yo te respetaré, te ayudaré, buscaré comprender lo que te hace diferente de mí; toleraré tu modo de ser, no tomaré lo que es tuyo, te señalaré tus errores y cuando estés fatigado, tomaré parte de tu carga para que te repongas en la tarea.
Recordaremos que así como nosotros necesitamos de esta entidad, la entidad también necesita de nuestro servicio, hecho con amor, con calidad, con honestidad, con perseverancia.
Cuando tengamos diferencias, recordaremos que tenemos que continuar nuestro camino.
Cuando veas que desfallezca, ayúdame. Cuando vea que no esté siendo fiel a la empresa, recuérdamelo. Cuando me sientas ofuscado, tolérame, tenme paciencia. Cuando observes que estoy desanimado, anímame. Que también yo te ayudaré, te lo recordaré, te tendré paciencia y te animaré.
Para eso tú y yo somos compañeros.
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VIRTUDES BASICAS DEL EJERCICIO DEL PODER


-3ª parte-
Hernán Saldarriaga
INDEPENDENCIA DE CRITERIO. Obliga al servidor público obrar independientemente en la toma de decisiones referidas a la prestación del servicio, desechando lazos de consaguinidad, política, raza, religión, favoritismos o preferencias, lo que le llevará a ser equitativo e igualitario en el trato, la atención y cumplimiento de los compromisos. La lealtad primera de un servidor público es con su país por encima de otras personas, partidos políticos o instituciones.
EJERCICIO ADECUADO DEL CARGO. Este ejercicio del cargo se entiende como la actitud desapasionada, equitativa de ofrecer sus funciones al servicio de su público, cualquiera que él sea y de prestar su concurso a su leal saber y entender, sin esguinces, sin espera de recompensa distinta a su salario y a su reconocimiento como buen servidor público.
USO ADECUADO DE LOS BIENES DEL ESTADO. Tiene gran responsabilidad el servidor público en el uso de los bienes puestos a su servicio. La propiedad de estos bienes es del común, y su uso debe contribuir al beneficio de todos. Se espera de cada uno de los servidores públicos que la utilización de esos bienes no se haga en provecho personal de ellos o de terceros, sino que, de acuerdo con las normas y la justicia, los bienes del estado contribuyan al bienestar ciudadano.
USO ADECUADO DEL TIEMPO DE TRABAJO. La eficiencia, la eficacia y la economía son principios aplicables al uso del tiempo en el trabajo del servidor público. La falta de atención oportuna a los usuarios, los comentarios en los pasillos, la pérdida de tiempo en el teléfono, la desatención al público por las conversaciones intrascendentes, las reuniones innecesariamente prolongadas, hacen de la tarea diaria un pasatiempo sin resultados de efectividad en el quehacer del funcionario públicos
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VIRTUDES BASICAS DEL EJERCICIO DEL PODER


-2ª parte-
Hernán Saldarriaga
TRANSPARENCIA, Define el comportamiento del servidor público que será traslúcido de tal manera que quien quiera observarlo encuentre en él la clara nitidez de sus ejecutorias.
OBEDIENCIA. Exige el respeto y acatamiento del superior y de sus órdenes dentro del concepto de la excelencia del servicio.
Reflexionemos un poco sobre el acatamiento:
Para que exista la autoridad tiene que existir la obediencia.
En los modernos tiempos, la palabra obediencia suena como con un sentido raro. Ha de ser obediente el funcionario a quien se le da una orden o se le solicita un servicio o se le encomienda una tarea.
No puede pensarse que la obediencia está pasa de moda, así esté muy altamente valorada la rebeldía.
Es necesario pensar, creer y actuar en función de esa aceptación de la autoridad que conlleva la práctica del acatamiento debido.
Nadie tiene porqué sorprenderse de que esa obediencia se deba porque el acatamiento a la ley, al superior y a las normas es eso: obediencia.
Cuando la obediencia es abandonada por la soberbia, es necesario recordar que nadie, absolutamente nadie, es tan libre que no tenga a alguien quien le controle o le determine procedimientos o comportamientos.
Cuando una entidad pública tiene temor a rendir culto a la obediencia, necesariamente entroniza en su cultura la anarquía y el desorden.
Obedecer es, simplemente, acatar las disposiciones, la norma y la autoridad.
Este respeto hace que, cuando se ejerza el mando, se sepa hacerlo porque la conciencia de la obediencia también ejercita la conciencia de la autoridad.
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VIRTUDES BASICAS DEL EJERCICIO DEL PODER


-1ª parte-
Hernán Saldarriaga
APTITUD, es entendida como las habilidades y conocimientos necesarios para desempeñar el cargo. Estas habilidades y conocimientos exigen una permanente capacitación para llegar a los niveles de competencia necesarios para su ejercicio.
LEGALIDAD. Obliga al servidor público a orientar su conducta irreprochable de acuerdo con la Constitución y las leyes.
VERACIDAD. Exige que cada servidor del Estado se convierta en guardián de la verdad serena, respetuoso de la concordancia entre su pensamiento y la acción.
Hagamos una reflexión sobre la verdad serena:
La verdad a veces resulta dolorosa.
Todos queremos saber la verdad, pero a veces esas verdades nos hieren, nos duelen, nos lastiman el amor propio.
¿Qué hay en el ser humano que amante de la verdad, siente que hay verdades que, al escucharlas, le ponen en actitud defensiva?
Cuando un funcionario pregunta acerca de cómo va en su trabajo, es necesario decirle la verdad.
Cuando un jefe pide una opinión acerca de una orden, un trabajo o sobre sus actuaciones, es necesario decirle la verdad.
Cuando un trabajo no ha sido hecho a satisfacción, por algún colaborador nuestro, es necesario decirle la verdad.
Cuando alguien ha cometido un error, es necesario decirle la verdad.
La verdad no debería herir a nadie. Mas no es la verdad lo que hiere. Lo que realmente hiere es la intención con la que manifestamos esa verdad; intención que es fácilmente captada por los demás cuando lleva un mensaje oculto de crítica, de reproche, de desquite, de humillación, de intolerancia.
La ruda franqueza, que generalmente nace de la intención de cantarle a otro las "verdades", levanta barreras en la relación humana, que impiden la aceptación constructiva, por parte del otro, de la información cierta contenida en los mensajes.
La verdad no tiene porqué herir, cuando en nuestro ánimo está ayudar al otro a observar su conducta para que pueda direccionar sus comportamientos a fin de que alcance sus objetivos.
Es la verdad serena.
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La gran vergüenza nacional


Hernán Saldarriaga
Muchas veces, la falta de delicadeza del servidor público no permite observar los posibles conflictos de intereses que surgen en sus relaciones.
Recientemente escuchamos a un altísimo funcionario, con responsabilidad en combatir el contrabando del cigarrillo, afirmar que fumaba determinada marca que le obsequiaba la firma extranjera.
También recientemente, otro alto funcionario encargado del control de calidad de las drogas, informaba que había aceptado que un poderoso laboratorio internacional financiara programas para sus empleados oficiales.
La falta de delicada e ilustrada conciencia de funcionarios así, es una de las causas por las cuales llegamos a ocupar puestos entre los más corruptos en el mundo. Insistimos: ¿No es una vergüenza nacional?
Mas para que exista un corrupto necesariamente tiene que haber un corruptor.
Es admirable la actitud de algunas empresas que han definido en sus políticas su clara intención de no contribuir a este flagelo nacional.
Tal posición las pone, ciertamente, en desventaja, cuando multinacionales o grandes empresas nacionales no escatiman formas disfrazadas o directas de donaciones, regalos, cumplidos, para ganar la ventaja que puede darles una conciencia así comprada, en el momento de las grandes decisiones.
Pero los corruptos y los corruptores, también caerán.
La modernización estatal tiene que seguir orientado todo su esfuerzo administrativo a obtener un Talento Humano que aporte su capacidad integral a la gran empresa nacional de servicios sociales, como es el Estado, dentro de unos principios de eficacia, eficiencia y economía, orientados por una misión, como razón de ser, y una visión como propósito a largo plazo, dentro de un concepto de globalización de su economía, del cual, querámoslo o no, no es posible sustraernos, pero siempre con enorme transparencia y gran honestidad.
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¿Y QUE ES LA CORRUPCION?


Hernán Saldarriaga
Según el informe TASC de Chile "El término corrupción en general se utiliza para englobar una serie de faltas a la probidad que se observan tanto en el sector público como en empresas privadas. Ejemplos son el tráfico de influencia, el uso de información privilegiada y la aceptación de dádivas.
En términos simples, la corrupción se puede entender como la utilización de un cargo en beneficio propio o de terceros y en contra de los intereses de la institución. Volvamos a repetirlo: En términos simples la corrupción se puede entender como la utilización de un cargo en beneficio propio o de terceros y en contra de los intereses de la institución.
Hay un tipo de corrupción que es abiertamente rechazada cuando involucra el enriquecimiento de unos pocos en actos claramente ilegales. Por ejemplo, vender o comprar información sobre una futura devaluación.
Pero otro tipo de corrupción que tiene menos impacto en la opinión pública y que incluso se mira con cierta simpatía corresponde a lo que puede denominarse "amiguismo" o "compadrazgo". Este tipo de corrupción de origen "cultural", que parece tener gran presencia en sociedades latinas, consiste en utilizar el poder de un cargo para otorgar pequeños favores a familiares o amigos. Un ejemplo típico de esta corrupción "inocente" es la agilización de un trámite.
En la medida que esta fuente de corrupción se encuentre enraizada en la cultura de un país, indudablemente será difícil de combatir”.
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CONTRA LA CORRUPCION


Hernán Saldarriaga
Los organismos de control del Estado (los no corruptos) encargados de la vigilancia, la veeduría, la auditoría y la fiscalía de las acciones de los empleados públicos, tienen que aguzar su inteligencia y su diligencia y redoblar sus esfuerzos, para reducir esta maldita corrupción de “servidores públicos” descarados que están acabando con el empleo que brinda el sector privado.
Las mil formas como se disfraza la especie corrupta, las garras ocultas que utiliza, la manera sutil como induce a que se le retribuya por servicios que ya le compensa el Estado con el buen salario reconocido, están haciendo desistir, a empresas serias, de continuar en la brega, porque no sólo hay que luchar por la conquista de mercados nacionales e internacionales, ya de por sí difíciles, sino que también hay que luchar contra aquellos sinvergüenzas que en sus intervenciones de control de las empresas están teniendo actitudes intolerantes con quienes han definido con claridad que no van a pagar sobornos, y, que pase lo que pase, no van a contribuir a aumentar la corrupción.
Y el corrupto se ensaña contra esas empresas y convierte en graves, circunstancias de lenguaje, de presentación, de procedimientos que en otras admiten o toleran o ayudan a solucionar, para mantener su imperio de temor y beneficio.
Por eso es necesario que los organismos auditores y fiscalizadores del Estado, no corruptos, revisen con gran lupa las intervenciones de los mandos medios públicos y de los analistas que los organismos de control envían a las empresas para que sus abusos no contribuyan a desalentar el mantenimiento y la creación de empleo. Con tanto enemigo la industria privada no puede ser eficiente.
Pero también es preciso que dentro de las opciones democráticas, los empresarios honestos, solidarios, ejerzan acción de vigilancia y observen con especial cuidado acciones estatales en aquellas empresas que han definido no dar sobornos y que sistemáticamente están siendo demoradas, dilatas en aprobaciones necesarias para su funcionamiento.
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LA ETICA DEL SERVIDOR PUBLICO


Hernán Saldarriaga
La ética de los servidores públicos debe empezar a revitalizarse en las aulas, para poder llegar a tener funcionarios transparentes, éticos, respetuosos del bien común
Se dice que los jóvenes de la antigua Antenas prestaban el siguiente juramento: “Nunca traeremos vergüenza sobre nuestra ciudad mediante actos de deshonestidad o cobardía. Lucharemos por los ideales y las cosas sagradas de la ciudad, tanto individualmente, como en grupo. Reverenciaremos y obedeceremos las leyes de la cuidad, y haremos todo lo posible para alentar la reverencia y el respeto en quienes estén por encima de nosotros y sean propensos a soslayarlas o desobedecerlas. Lucharemos sin cesar para agudizar el sentido del deber cívico en el pueblo. De esta manera legaremos una ciudad aun más grande y esplendorosa que la que hemos recibido”.
Y en Tito 2:6-8 encontramos, en versión moderna,...”aliente a los hombres jóvenes para que ejerzan autocontrol. Para todo, actúe como un ejemplo haciendo solamente actos buenos. En su enseñanza muestre integridad, seriedad y solidez de palabra que no pueda ser condenada, para que así todos aquellos que se opongan a usted, nunca puedan decir nada malo sobre nosotros”.
Mensajes llenos de profundo contenido de amor por la ciudad y de compromiso por la enseñanza de valores profundos.
¿Y cuál es el ejemplo que hoy está dando el Servidor Público a los jóvenes ciudadanos que esperan su turno para llegar a regir los destinos de la ciudad?
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LOS DERECHOS DEL SERVIDOR PUBLICO


Hernán Saldarriaga
Los servidores públicos por razón de los reconocimientos que les otorga la Constitución, las leyes y los tratados internacionales, no sólo son sujetos de deberes, también es preciso garantizarles el cumplimiento oportuno de tales derechos.
Por eso, no es claro cómo un gobierno no paga oportunamente la remuneración fijada cuando el servidor público ha cumplido con su compromiso contractual.
Tampoco se entiende que se le restrinjan su deseos de formación y capacitación a la que tiene derecho para poder cumplir su deber con la idoneidad correspondiente.
Y menos se comprende por qué en sus relaciones con los superiores no recibe el estímulo debido o el tratamiento cortés que es imperativo.
Al servidor público hay que estimularlo, hay que reconocerle su trabajo, su compromiso, sus méritos, no sólo con el homenaje moral del elogio oportuno, sino también con el interés del superior por el bienestar de cada uno de sus colaboradores.
Es cierto que al Servidor Público le exigimos el cumplimiento a cabalidad de sus deberes por su papel de servidor del Bien Común, pero también es de justicia reconocerle sus derechos con la equidad que el desempeño de su cargo demanda.
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LA IDONEIDAD DEL SERVIDOR PUBLICO


Hernán Saldarriaga
Una de las virtudes más necesarias, menos exigida, en el Servidor Público es la IDONEIDAD.
El conocimiento profundo de las actividades del cargo que le corresponde desempeñar, la capacidad de tomar decisiones acertadas con base en ese conocimiento y dentro de las funciones que le competen, sólo puede adquirirse a través de la formación previa a su desempeño y de la permanente actualización en el saber exigido y en la normatividad permanentemente cambiante, relacionada con sus tareas.
Esa idoneidad, tiene que convertirse en una constante y habitual actitud del Servidor Público, porque significa mayor capacidad para responder dentro de sus competencias, por sus actos y disminuir los riesgos de omisión o de extralimitación por ignorancia.
La idoneidad tiene muchas fuentes de donde nutrirse, por lo cual no puede el Servidor Público alegar poca disponibilidad económica para ello: Desde la actualización a través de la consulta bibliográfica, la asistencia a conferencias, el estudio a través de internet, las entrevistas con los expertos, y la asistencia a las programaciones de formación que hacen las propias empresas, son formas que no significan grandes erogaciones para el Servidor Público.
También, debe hacer el esfuerzo de asistir a los Centros Educativos de Enseñanza Superior como esfuerzo personal propio para mantener los altos niveles de idoneidad que el ejercicio de su profesión demanda.
La idoneidad, entonces, a la vez que garantiza el ejercicio adecuado del cargo, mantiene abiertas las puertas para el crecimiento personal y en el medio social en el que interactúa el servidor público.
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COMUNIDADES UNIDAS CONTRA LA CORRUPCION DE LOS GRANDES


Hernán Saldarriaga
Los países latinoamericanos, aunque con asombro, están teniendo una actitud muy firme en vencer el fenómeno de la corrupción en los niveles más altos de su sociedad.
Ya no es tolerable que un presidente de una república se enriquezca en el poder con el juego sucio de aceptación de los sobornos.
Y aunque el rigorismo de la oposición política pueda presentarse, la transparencia de la justicia en los actos de detención a los mandatarios corruptos, deja poco lugar a la vacilación en la creencia de que tales detenciones obedezcan a persecución política.
Los escándalos de los presidentes están tocando a organismos tan importantes como la OEA, que en un breve lapso pierde su Secretario Ejecutivo por la mancha de la corrupción en el ejercicio del poder.
Esta cruzada de lucha contra la corrupción hay que apoyarla y todo servidor público, cualquiera que sea el cargo que desempeñe, debe entender que siempre el bien de la nación, el bien común, tiene que estar por encima de las pretensiones personales.
Así como el mal ejemplo de los altos mandatarios, ejerce tanta influencia en la conducta de los ciudadanos, el castigo ejemplar sirve también de ejemplo para disuadir conductas corruptas.
Que tiemblen también los poderosos porque hay una comunidad que se une para hacer respetar su patrimonio.
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CODIGOS DE ETICA EN EMPRESAS DEL ESTADO


Hernán Saldarriaga
Algunas contralorías están recomendando a las empresas del Estado que formulen sus códigos de ética.
Esta recomendación, un poco extraña por venir de un ente de control generalmente fiscal, es una clara muestra de que el control del Estado ha entendido a cabalidad que sin una definición de los principios que deben orientar a tales organizaciones, sin una convergencia de todos los servidores públicos de esas empresas, en torno de los valores más importantes de su cultura, sin una declaración de la normatividad exigida para el comportamiento con sus grupos de interés, el cabal cumplimiento de sus responsabilidades no podrá lograrse.
Por otra parte, está claramente establecido que los organismos de Control tienen que velar por la introyección en la cultura de estas organización del Control Interno, como los prescriben las leyes, especialmente para quienes tienen mando.
Pero el Control Interno, tiene que fincarse, principalmente en el autocontrol, que a su vez, nutre su información del querer ético de la empresa definido en su Código de ética.
Por consiguiente, el definir el Código de Etica de una institución, promueve el que todos los servidores públicos ajusten sus comportamientos a él y, a la vez, les sirva de espejo para mirar si su comportamiento es como la empresa lo desea.
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POR GANAR VOTOS


Hernán Saldarriaga
El panorama político latinoamericano, presenta un común denominador, en las maromas que se realizan para lograr un voto.
La interpretación amañada que se asume ante un hecho: La oposición siempre ve mal todo. La fracción gobernante, todo lo ve bien.
El que gana es un ladrón, el que pierde un amargado. La oposición siempre verá fraude en toda elección por pulcra que sea. El que gana siempre dirá que las reales quejas del perdedor son pataleos por no saber perder.
El acto bien intencionado del gobernante, tiene siempre detractores. Palo porque bogas, palo por que no bogas.
El insulto al opositor es estrategia para caldear los ánimos de los seguidores e invitarlos a la contienda o la manifestación pública. No importa que después, con el opositor, en el club, se den un fuerte abrazo de amigos.
Hay quienes no sólo lanzan sus dardos verbales en las manifestaciones sino que también les tiran piedras, físicas piedras, a sus propios manifestantes para que la manifestación se exalte, porque manifestación pacífica es poco atractiva para los medios de comunicación y sobre todo para la televisión.
Para lograr un resultado que beneficie al político o al partido, si hay que aliarse con el que está a la orilla opuesta de sus ideas y de sus valores, hay que aliarse.
La mejor manera de ganar votos, de los políticos sin conciencia, es atacando sin razón. Porque la alianza con quien está en el poder, el reconocimiento de su obra benéfica para todos, no da tantos votos. Lo que da votos es la sagacidad en el ataque calumnioso, porque a la masa le gusta los careos: Dale rojo, dale; dale azul, dale; dale verde, dale.
El príncipe bueno se desgasta, el maquiavélico, es exaltado porque la masa olvida.
Por eso hay que reinventar la democracia, porque la democracia latinoamericana todavía tiene mucho de farsa.
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IMPORTANCIA DE LAS RENDICIONES DE CUENTAS DE LOS FUNCIONARIOS DEL ESTADO


Hernán Saldarriaga
Uno de los sistemas modernos que los estados han promulgado para incidir en el control de la corrupción y en el cumplimiento de los compromisos programáticos que llevaron a gobernantes a ocupar el puesto de Jefe del Estado, es la rendición de cuentas.
Es un ejercicio informativo de amplias proyecciones y contenidos que está mostrando, con cifras relevantes y verificables, qué tanto se está cumpliendo el plan de desarrollo o los planes de acción de todos los organismos del Estado.
Con frecuencia se ve, a quienes están en la rama ejecutiva, desplegar ante el país los resúmenes de sus ejecutorias, pero pocas veces se observa a los demás poderes entregar información sobre sus actividades, comparadas con los objetivos o metas propuestas.
La OEA en su resolución sobre el acceso a la información pública: Fortalecimiento de la democracia, aprobada en su cuarta sesión plenaria, , insiste en la necesidad de “Alentar los esfuerzos de los Estados Miembros para que, a través de su respectiva legislación nacional y otros medios apropiados, adopten las medidas necesarias para facilitar la disponibilidad electrónica de la información pública.
Reiterar que los Estados tienen la obligación de respetar y hacer respetar el acceso a la información pública a todas las personas y de promover la adopción de disposiciones legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para asegurar su reconocimiento y aplicación efectiva.
Reafirmar que toda persona tiene la libertad de buscar, recibir, acceder y difundir informaciones y que el acceso a la información pública es un requisito indispensable para el funcionamiento mismo de la democracia”.
Porque, definitivamente, rendir cuentas de su gestión al pueblo habla de buen gobierno y de democracia estatal.
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LAS AMÉRICAS EN LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN Y LA IMPUNIDAD


Hernán Saldarriaga
En su cuarta sesión plenaria, la OEA aprobó, entre otras, la siguiente resolución en la lucha contra la corrupción y la impunidad.
“Reafirmar que la lucha contra la corrupción y la impunidad es un compromiso fundamental y un deber mutuo de los estados de las Américas, como garantía del ejercicio de la democracia y la consolidación de sus instituciones, la gobernabilidad, el fortalecimiento del estado de derecho y el respeto a los derechos humanos; ya que la corrupción, pasiva y activa, constituye una amenaza a la seguridad de los Estados, socava las instituciones públicas y privadas, así como obstaculiza el desarrollo de los pueblos”
La razón de ser de esta declaración de la OEA está en la comprobación que ha hecho de que “la corrupción ha dejado de ser un problema local para convertirse en un fenómeno transnacional que afecta a todas las sociedades y economías, lo que hace esencial la cooperación internacional para prevenirla y luchar contra ella”.
Estos enunciados y estas resoluciones, dan un marco de principios y de búsqueda de una voluntad política colectiva regional para reducir a la mínima expresión estos flagelos que azotan nuestras Américas.
Suscriben estas resoluciones jefes de Estado, aún aquellos comprometidos con graves denuncias públicas en sus gobiernos, pero es un paso importante para que la sociedad civil exija el cumplimiento de estos compromisos a todos nuestros gobernantes, porque como lo dice la resolución comentada: “ el combate contra la corrupción fortalece las instituciones democráticas, evita distorsiones en la economía, vicios en la gestión pública y el deterioro de la moral social; y que, en esta lucha es responsabilidad de los Estados la erradicación de la impunidad, siendo la cooperación entre ellos necesaria para que su acción en este campo sea efectiva”.
El camino está, pues, expedito para dar la batalla contra la corrupción y la Impunidad.
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LA POBREZA, LA MISERIA Y LA VIOLENCIA
Hernán Saldarriaga
El Estado tiene una inmensa responsabilidad en los fenómenos económicos de una nación. Más, cuando el Estado ha acorralado hasta el extremo la iniciativa privada, la empresa privada, la que ha sido un claro modelo de contribución a la generación de riqueza nacional para beneficio de todos los ciudadanos.
Es razonable y aceptable la intervención del Estado para regular la relación de justicia y equidad entre las gentes.
Pero no puede el Estado ni tomarse el derecho de saquear inmisericordemente, los capitales de trabajo de las empresas a través de los tributos, como tampoco puede deshacerse de funciones sociales básicas que son indelegables como la salud, la educación y los deportes, ni estar incrementando constantemente el déficit fiscal, por el derroche en sus gastos.
La enorme brecha, creciente, que va dejando la línea de pobreza y de miseria, desdice no sólo del humanismo de los servidores públicos, sino de su credo político y de los reales intereses por la nación.
Da tristeza percibir una clase social alta que considera vergonzoso vivir en un país como el nuestro, que considera a las demás clases sociales como una raza de menos valor, o que buscan fugarse con sus capitales, en vez de quedarse a vivir aquí, a pesar de las dificultades, a invertirlos en empresas generadoras de empleo para reducir los niveles de pobreza y reducir, de contera, el caldo de cultivo de la violencia. Estas gentes necesitan que empiecen a vibrar con el amor por una patria que lo merece todo. Y por sobre ese todo, el respaldo honesto, hasta el sacrificio, de los servidores públicos para estimular la reducción de la brecha.
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