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Año XXVI.
No. 1264. 19 de septiembre de 2022. Circulación gratuita semanal vía e-mail e internet.
También, en otra oportunidad manifestamos que, profundizando sobre los 17 objetivos de esta Agenda, habíamos tenido una gran desilusión porque, en su trasfondo, muchos de ellos buscaban metas contrarias a nuestro espíritu de defensa de las buenas costumbres universales, de la ética.
Un elemento que en la citada Agenda sufre brutales ataques es la familia, esa que el Artículo 42 de nuestra constitución bellamente define como "…el núcleo fundamental de la sociedad. Se constituye por vínculos naturales o jurídicos, por la decisión libre de un hombre y una mujer de contraer matrimonio o por la voluntad responsable de conformarla. El Estado y la sociedad garantizan la protección integral de la familia… La honra, la dignidad y la intimidad de la familia son inviolables" Etc.
Las amenazas que la familia tiene por parte de esa agenda están sobre todo en 1) la intervención universalizada en la educación de los hijos, que ya no se educan como quisieran sus padres, sino como el estado que, aun en la enseñanza privada, interviene con todos sus conceptos ideológicos de diversidad y de definición de una personalidad social y sexual acomodaticia ; 2) en las legislaciones, alejadas de la constitución, para inducir comportamientos que comprometen su perdurabilidad y aún su existencia, por la necesidad, que dejan entrever, sórdidamente, de disminuir a través de todos los medios posibles el número de personas que deben conformarla, para su proyección perversa de disminuir la población mundial a como dé lugar.
La familia hay que defenderla y hay que defender ese derecho que le consagra la constitución cuando en el artículo citado dice: "La pareja tiene derecho a decidir libre y responsablemente el número de sus hijos, y deberá sostenerlos y educarlos mientras sean menores o impedidos".
Como se puede observar, nos acercamos a Agustín Laje* cuando dice que tres son las grandes amenazas que tiene hoy la familia a- "…el rechazo a la complementariedad hombre-mujer, que es característica de una unión matrimonial y que contribuye significativamente en la crianza de los hijos de manera equitativa desde la maternidad y la paternidad ejercida". b- "… la pérdida de la noción de la dignidad humana, y es precisamente en la idea del valor fundamental e inmedible de cada ser humano que se cimentan los vínculos afectivos familiares y en la misma es donde debe partir su fortalecimiento, buscando el bienestar y pleno desarrollo de cada ser humano, el cual no puede concebirse fuera de una familia funcional". Y b- "… la desacreditación de la familia tradicional en la sociedad actual y el incumplimiento de los Derechos Humanos fundamentales de la familia, principalmente el derecho de los padres de familia de educar a los hijos según sus valores y convicciones…".
De todo lo hasta aquí expuesto, se deduce que defender la familia es defender la humanidad amenazada, sin que hayamos tenido la entereza de defenderla como debemos defenderla.
* Fue admirable la actitud del pueblo chileno al defender lo que, por años, ha construido de cultura, fe y democracia. Pero todavía sigue amenazado por propios y extraños, porque hay una agenda internacional que se ha propuesto acabar con ellas e imponer sus ideologías. populistas.