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FLOR MARÍA BOUHOT ARROYAVE 
Vista por
Pascual Ruiz Uribe
Nace en Bello, Antioquia, en 1949.
Su madre trabajaba en Fabricato y su padre, bisnieto de un inmigrante francés, era empleado del Ferrocarril de Antioquia. Don Ángel se traslada a Puerto Berrío, donde abre un almacén de miscelánea, en el que Flor, como hija mayor de 11 hermanos, una vez terminada su primaria en la Escuela Andrés Bello, lo acompaña para ayudarlo. Entre mercaderías, la atención de los clientes, el pasar de comerciantes y trabajadores portuarios, de jovencitas conquistadas con falsas promesas y prostitutas en búsqueda de clientes, percibe el calor detenido del trópico, la explosión de su color, la exuberancia vegetal, la sordidez de un mundo de fachadas. Observa, dibuja y escribe poemas en esta atmósfera que será la materia prima de su camino creativo.
Un italiano llamado Basili, pintor, le enseña rudimentos de dibujo y pintura y le proporciona materiales. Cada dos semanas viaja a Medellín, donde toma clases con Lola Vélez y Jorge Marín Vieco. Quiere estudiar, superar la modorra del pueblo y a los 18 años regresa a Medellín.
Hace su bachillerato, estudiando en el horario nocturno, en el Liceo Departamental Francisco Antonio Zea. Durante el día, toma clases en el Instituto de Bellas Artes con los maestros Rafael Sáenz, Emiro Botero y Eduardo Echeverri. se identifica con artistas franceses que la influenciarán a lo largo de su carrera, como Paul Gaugin, Toulouse-Lautrec o Henri Matisse. Culmina sus estudios en el Instituto en1975.
Ingresa a la facultad de Artes de la Universidad de Antioquia, y consigue una cámara fotográfica análoga con la que comienza a tomar fotos en Guayaquil, zona de bares, cafetines y prostíbulos en Medellín. Allí encontró rostros, fachadas, atavíos y atmósferas que le recordaban su estancia en Puerto Berrío y que alimentarían las escenas de sus pinturas. Se gradúa como maestra en Artes Plásticas en 1981.
En 1982 se casa con Antonio Sierra, dibujante que fue también caricaturista en el periódico El Colombiano de Medellín, en ceremonia católica celebrada por el sacerdote y crítico de cine Luis Alberto Álvarez en la iglesia de Campo Valdés, donde Flor María hacía trabajo social con la comunidad.
Tienen dos hijos varones
Con Armando Montoya, Francisco Londoño y Miguel Polling, instalaron un taller experimental de linóleo a la plancha perdida, en su casa en el barrio Buenos Aires, experiencia que duró alrededor de tres años.
A principios de los años noventa se trasladan a Bogotá y la pintora concentra su trabajo en las series Instancias del éxtasis y Los amantes, en las que exalta mujeres desinhibidas y voluptuosas en estancias floridas. A mediados de esta década crea la serie Los Carnavales, presentando cuerpos exuberantes en trajes, maquillajes y expresiones, como celebrando la fuerza ancestral de goce festivo y pagano.
En 1993 la Organización de Estados Iberoamericanos organiza un homenaje a la región antioqueña, en su sede de Bogotá, dentro de los programas incluyen una muestra de artistas plásticos, soy invitado a hacer parte de dicha exposición en la inauguración conozco a la afamada Flor María Bouhot, no estuvo Antonio, estaba fuera de la ciudad.
No había tenido la oportunidad de tratarla en Medellín, estaba alejado del mundanal ruido cultural y el destino me deparaba una especial noche de bohemia con la maestra, luego de concluir el acto de apertura, donde tuvimos el honor de ser acompañados por el alcalde de Medellín, Luis Alfredo Ramos, cabe destacar que la gobernación de Antioquia no mostró interés por este homenaje y debió la alcaldía hacer cabeza, fuimos a su casa estudio y entre copa y copa tertuliamos hasta el amanecer.
En 1999 muere Antonio, en un atraco callejero en Bogotá, fue algo terrible, era el amor de su vida, entra en una profunda depresión y al poco tiempo sufre un derrame cerebral, con su entereza logra recuperarse sin secuelas que afectaran su motricidad y se va a vivir a Guadalajara en México. La inquietan los rituales indígenas y centra su obra ya entrados los 2000, en el estudio de nuestros ancestros indígenas, sufre un nuevo derrame cerebral que igual supera.
Flor ha expuesto mucho en este nuevo milenio con mucha asiduidad, en 2019 la universidad EAFIT organizó una especial exposición y le rindió un homenaje por sus 50 años de vida artística, le publicaron un libro. Actividad febril, en 2022 recibe la Orden Mariscal Jorge Robledo categoría Oro de la Asamblea de Antioquia, en ceremonia realizada en el museo de Antioquia.
PASCUAL RUIZ URIBE, PINTOR, 2 de diciembre de 2023. |
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