VIOLENCIA INDIVIDUAL Y COLECTIVA
¿La violencia individual es inferior a la violencia asociativa?
Desde que el hombre es, existe la violencia.
Cuando hablamos de los modos de violencia, por esta temporada se presenta uno de violencia asociativa que suele pasar como simple indisciplina o como actitud de personajes díscolos, maleducados, incultos o escorias de una sociedad que, simultáneamente, con ese estigma, avanza y busca liberarse de costumbres que establecieron grupos de narcotraficantes para celebrar sus victorias en las ventas o en la entrada de grandes cargamentos de sus perversos productos psicoactivos a otros países. Nos referimos a las alboradas de pólvora durante las festividades decembrinas.
Los daños que causa esta violencia ilícita están reflejados en las generaciones que perdieron su norte y que no les importa la prohibición expresa o la persecución de la autoridad para ejecutar estos desórdenes que por lo ruidosos no pueden pasar desapercibidos. Aquí está el gran daño moral a una cultura que viene tardando años en restablecerse.
Hay otro daño grave y es el que se le proporciona al ambiente por causa del ruido y por causa de la toxicidad, porque los elementos químicos que reúne el uso de la pólvora conforman una lluvia ácida con graves afectaciones para los seres sintientes y para la atmósfera y el cambio climático.
Pero también hay otro perjuicio no minúsculo para la salud de los seres vivos por las
humana.
consecuencias de quemaduras, traumas acústicos, afección al sistema respiratorio y demás.
Los juegos pirotécnicos que aparecen tan inofensivos son admitidos culturalmente, pero no por ello dejan de ser una violencia contra la humanidad por sus daños al ambiente, como daños al ambiente causa la pólvora que se entremezcla con rezos en las procesiones religiosas.
Trajimos, pues, un ejemplo de violencia ilícita asociativa, aunque tal asociación presenta formas que van desde lo legal (no porque sea legal es ético) como la agrupación de productores de pólvora, hasta lo espontáneo, la vecindad familiar o barrial o de los que incontroladamente llegan a esos lugares donde se infringe la ley, estimulados por su afición.
La suma de esas violencias individuales con esas violencias asociativas, ilícitas, causan un gran daño a las comunidades que, aunque la rechazan, deben soportarlas porque, además, las autoridades o están debilitadas o tienen miedo a esas asociaciones o también están comprometidas.
En consecuencia, la suma de las violencias individuales, aunque parezca inferior en sus desastrosos resultados, multiplica las violencias colectivas, tan aterradoras como incontrolables.
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REFLEXIONES
En esta época decembrina se observa el relajamiento de las buenas costumbres, y el desbordamiento de la criminalidad.
Ningún padre de familia debe dar ni autorizar a sus hijos el uso de cualquier tipo de pólvora, ni la menos peligrosa, porque todas, absolutamente todas, ocultan un peligro.
Las estulticias parentales hacen que muchos niños terminen sin visión, con dedos recortados, con manos maltrechas, con oídos dañados por la afición irracional al uso de pólvora.
Absolutamente irracional el invertir los ingresos extras que se reciben en el trabajo, en bebidas alcohólicas cuando las circunstancias económicas previstas para el próximo año serán de mayor dificultad, por el mayor costo de vida.
Parece que, en definitiva, nadie escarmienta en quemadura ajena.
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MENSAJE DE LA SEMANA
En esta Navidad acuérdate de los que sufren, de los que tienen hambre, de los que no tienen trabajo, de los desplazados, de los damnificados por el invierno, llena una de sus mesas vacías con tu amor y el de tu familia, para que tu propia felicidad sea solidaria.(hsa)
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